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ROQUE DALTON

HORA DE LA CENIZA
Finaliza septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.
Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo;
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.
Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.
Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que exigió la esperanza.
Hace frío sin ti. Cuando yo muera,
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.
Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.
Siento deseos de reír
o de matarme.
Roque Dalton
CARILDA OLIVER LABRA

Me desordeno, amor, me desordeno
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
De: Memoria de la fiebre
Carilda Oliver Labra
MARIANO ESQUILLOR

CONCILIACIÓN
No te alejes de esta fiesta que nos llama desde tan
cercanas luces.
Guardemos en los vientos de la paz
y hundamos en el pozo de las dudas
aquella bandera ondeando en una explosión de salvas de [asfixia
y hagamos saltar la cerradura del presente
que oprime el alma de nuestro fondo elevado y estremecido.
Alcemos de nuevo las manos ante el grito de tan espontánea
y resplandeciente vida abierta que aún nos llama con sus [noches
y días jóvenes
y no viviremos más en la idea y la desesperación
del que busca la luz después de haber muerto en las sombras
de una caverna hundida por los golpes del silencio
el espanto y la espera.
(La fotografía es de octubre de 2012, año y medio antes de la muerte de Mariano. Está tomada a la orilla del Ebro, en su margen derecha. muy cerca del puente de la Alamozara y durante una sesión de grabación que David Francisco llevó a cabo para su documentoteca sobre escritores y artistas).
Mariano sostiene en sus manos "Arco lírico", un conjunto antológico que le preparó Olifante de su profusa obra.
IDA VITALE

MISTERIOS
Alguien abre una puerta
y recibe el amor
en carne viva.
Alguien dormido a ciegas,
a sordas, a sabiendas,
encuentra entre su sueño,
centelleante,
un signo rastreado en vano
en la vigilia.
Entre desconocidas calles iba,
bajo cielos de luz inesperada.
Miró, vio el mar
y tuvo a quién mostrarlo.
Esperábamos algo:
y bajó la alegría,
como una escala prevenida.
MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

POEMA DE CÓMO QUIERO MI CASA
Yo quiero una gran casa de azucenas
con las tejas mojadas por el llanto;
que me lloren las nubes desde lejos.
El casco deja la herradura en tierra,
lo que se gasta en tierra de camino,
y el pecho, el corazón, que es herradura.
Nadie sabe el dolor de los que vuelven
a la paz arrancada de la prosa
cotidiana, si esperan los balandros.
Después de lo que se habla con los ojos,
el beso es duro, la caricia es triste
y el alma migratoria no se entrega.
En mi casa con ojos de paloma
y ventanas sepultas y en desvelo,
sólo me quedarán la puerta abierta
del estanque asomado a las tijeras
de los pájaros raudos en el corte,
y el húmedo sonar de las campanas,
y el tibio mástil del primer pecado.
---Miguel Ángel Asturias---