MARINA DE ORO
MARINA DE ORO
La costa avanza, avanza hacia el mar.
Todas las predicciones de cambio climático se vieron confirmadas, las peores sospechas se han cumplido: los agoreros estaban equivocados.
No ha subido el nivel de los mares tras el proceso de calentamiento del planeta, no o al menos no aquí.
Aquí ocurre lo contrario. El mar queda cada vez más lejos; las casas, los apartamentos construidos en primera línea de playa han quedado lejos.
Pero vamos a empezar por el principio.
Habían comprado el apartamento cinco años antes; "una buena inversión, primera línea de playa, jardines y piscinas comunes, spa y gimnasio, servicios de restaurante, lavandería… y un largo etcétera" según rezaban los folletos de la promotora.
Al segundo año de ocupación en el verano ya observaron algo extraño: la arena húmeda quedaba cada vez más lejos.
Se habló de un nuevo espigón, del vecino puerto deportivo, del cambio en las corrientes costeras, de las últimas tormentas que desplazaron montañas de arena.
Al año siguiente ya tenían que recorrer un largo trecho, cargados con tumbonas y sombrillas, hasta llegar al borde del mar.
Luego apareció una barra de arena y tras ella una especie de laguna que cubrían las mareas vivas y finalmente se transformaba en una charca de aguas estancadas y malolientes.
Desecaron la charca y construyeron en su lugar una segunda “primera línea de playa”, una nueva urbanización de apartamentos y más allá, un nuevo paseo marítimo…
Pero vamos a empezar por el principio.
1 comentario
migratrice -
Alessandro Baricco
«Océan Mer»
Un battement d'ailes.