ALERA II
22
en el umbral de sombras
la sombra de un hombre
se detuvo:
quiso marcar
con su mano
un trazo de ceniza,
dejar tras de sí
el rastro de lo ido
y no volver ya
sobre sus huellas;
y no esperó las lluvias
ni estrenó la primavera...
tan solo volvió el rostro
y ni rastro vio
de humo
en ninguna chimenea.
Mariano Ibeas
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Montse -
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