MATÁOS SI QUERÉIS...
Matáos si queréis,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna...
Como siempre, es mejor dar la voz a los poetas,
a Miguel Labordeta, por ejemplo, en "Epilírico"
Pisotead mi sepulcro también
os lo permito si así lo deseáis inclusive y todo
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna
al campesino que nos suda la harina y el aceite
al joven estudiante con su llave de oro
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.
a Mahamud Darvix, un poeta palestino recientemente fallecido que decía:
Al asesino:
si hubieras visto el rostro de la víctima
te lo habrías pensado,
te habrías acordado de tu madre
en la cámara de gas,
te habrías liberado de la razón del fusil
y habrías cambiado de idea:
¡Así se recobra la identidad! "
(de una carta al director, en El País)
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