Blogia
DESDELDESVAN

POESÍA VIOLENTA

POESÍA  VIOLENTA

ÁNGEL GUINDA

MANIFIESTO  “POESÍA VIOLENTA”

Ángel Guinda, premio de las Letras Aragonesas de 2006, leyó esta misma semana en Madrid su último manifiesto lírico:”Poesía Violenta”.

El cerebro es el campo de batalla de toda transformación. La juventud ha encendido una revolución sin erre: creo en la juventud y en las evoluciones.

Demasiada asepsia, condescendencia con la debilidad de pensamiento y del Poder, vulgaridad, verborrea, palabra hueca. Demasiada mierda y demasiada miel. Demasiados libros que apenas sirven para calzar mesas cojas. Demasiados prosetas y muy pocos poetas.

Violencia es violencia. Pero hay una violencia negativa, cuyo objetivo es la destrucción por la destrucción; y una violencia creativa, cuyo reto es aniquilar destrucción: construir destruyendo.

La mediocridad es violencia, brutal agresión al espíritu y al progreso. La banalidad es violencia. La incultura es violencia. La insensibilidad es violencia. Postergar el talento es violencia. El plagio es violencia. La explotación es violencia. Violencia la desigualdad, la intolerancia, la injusticia. Violencia la avaricia, la corrupción, el saqueo, la usura. También la alienación, la ausencia, la soledad, la depresión, la indiferencia, la insolidaridad. Es  violencia tener que resistir para existir. Las dictaduras, el fanatismo religioso, el maltrato, el hambre y a la guerra son violencia. Violencia la contaminación, la enfermedad, el dolor y la muerte.

La verdad, la palabra, la belleza, la alegría, la emoción el amor han de ser violencia. Violencia reactivadora de conciencias y movilización al compromiso. Violencia en la expresión y en la comunicación.

Porque el arte ayuda al ser humano a sobrevivir, la poesía tiene que ser absolutamente violenta para contribuir a esa supervivencia.

                                                                                                                             ÁNGEL GUINDA

Del  Suplemento “ARTES & LETRAS”, de Heraldo de Aragón,  12 de Enero de 2012, pag.3 .

0 comentarios