DESDE LEJOS... 9
9.- Le garde du coeur
He puesto a mi corazón una guarda
un vigía, un vigilante fronterizo
que me avisa de los peligros del tiempo:
sigue un punto el tic-tac
de reloj de cuco,
cancerbero,
pero en silencio
sólo fatiga y temblor
y vacío y humedad
como si la niebla me inundase y me calase
hasta las tuétanos del hueso…
he puesto una puerta a mi corazón
un portillo, una poterna, un tragaluz
un aliviadero;
desde el ajimez de la mirada
oteo el paso lento de los crepúsculos
y no encuentro manera de cerrar
el cerco
tengo miedo de volver la puerta
de encerrarme en soledad...
y de no poder abrirla
una vez dentro.
He puesto candado a mi corazón
y una cerradura:
tiré la llave al río
__ como los adolescentes enamorados
del puente Milvio__
mi corazón encadenado se revela
y quiere salirse del pecho
he puesto guardas
quiero cerrar la puerta,
encadenarlo…
mi corazón quiere soltar amarras
y navegar solitario
tomar el largo y el viento favorable
sin rumbo cierto.
Mariano Ibeas
En la foto: vista desde la Sacra de San Michele (Piamonte, Italia)
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