PENSÉE PROFONDE IV
Pensée profonde nº 4
“Soigne
les plantes
les enfants”
(Muriel Barbéry, L’élégance du hérisson”)
Dices que son tuyos
tus hijos,
sangre de tu sangre, dices
de semen, sémina, semilla
germinada en tu vientre
y los has hecho tu propiedad
tu herencia,
tu lanzaste la flecha, el dardo, la saeta
y tu brazo se quedó corto
tu fuerza escasa
tu mirada intensa no perforó las nubes
ni predijo el rayo
ni despejó las lluvias
y por tanto fueron ellos
los que hicieron el milagro de la vida
te has creído dueño y señor
hacedor de siervos,
carne para la guerra, para el dolor,
alimento de la muerte…
dominas con puño fuerte y rigor de hierro
la corte de tu casa
y no has tenido suficiente estómago
para digerir lo esencial:
te hicieron a ti padre
y no son tus esclavos;
no los hiciste tú,
nacieron libres, desnudos e indefensos
y desde entonces viven su vida…
nacieron sin ti
y morirán sin que tú puedas evitarlo…
Mariano Ibeas
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