DIEZ
DIEZ
“Sueño”
Este poema son dos poemas, o muchos poemas; basta con cambiar los posesivos, o alargar las metáforas. Este poema es un ejemplo del funcionamiento de la máquina de componer poemas, pero a veces necesita una puesta a punto, un mantenimiento o unos buenos arreglos.
En el hueco de mi mano,
en la curva de tu seno
mi frente compartida
en el hueco de tu almohada
tus labios
en el hueco de mis labios
tu lengua
prisionera en la caverna
tus ojos
en el fondo de mis ojos
mi cuerpo tras tu cuerpo
tus manos enlazadas
en el hueco de tu sexo
en el hueco de mi sexo
tu cuerpo denso
espeso monte, monte espeso
húmedo
y cálido
y tierno…
En tu cuerpo, mi abismo,
me abismo
sin fondo y sin deseos,
en el fondo
rocoso
tembloroso y lento
me llamo vacío
tembloroso y dentro
me tienes a tu merced
a voluntad
mi corazón de barro
entre tus dedos
savia nueva, sangre nueva,
cera, pasta de pan, manteca
en horno nuevo,
como un embrión
de nuevo.
“Sueño”
Mi mano, tu mano…
En el hueco de mi mano,
en la curva de tu seno
mi frente compartida
en el hueco de tu almohada
tus labios
en el hueco de mis labios
tu lengua
prisionera en la caverna
tus ojos
en el fondo de mis ojos
mi cuerpo tras tu cuerpo
tus manos enlazadas
en el hueco de tu sexo
en el hueco de mi sexo
tu cuerpo denso
espeso monte, monte espeso
húmedo
y cálido
y tierno…
En tu cuerpo, mi abismo,
me abismo
sin fondo y sin deseos,
y son deseos de perderme
en el fondo
rocoso
tembloroso y lento
Mi cuerpo tenso,
me llamo vacío
tembloroso y dentro
me tienes a tu merced
a voluntad
mi corazón de barro
entre tus dedos
savia nueva, sangre nueva,
cera, pasta de pan, manteca
en horno nuevo,
como un embrión
de nuevo.
Mariano Ibeas
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