CATORCE
CATORCE
La sombra
La sombra
que me nombra
que danza a mi alrededor
y me fija a la tierra
es un rayo de luz
congelado de la noche,
el despertar de un sueño,
un sueño azul, eterno,
destilación de sombras.
Estalla de nuevo en el cemento
el baile de Arlequín:
Picasso redivivo
vuelve en sombras, aturdido;
un tridente de pinceles en la mano
acosa en el vacío el lienzo
“mujer de saltimbanqui”
“extraña familia”
humana y animal al tiempo;
al soplo de la brisa
Salomé se desmelena…
Y el círculo de sombras
frenético y cambiante
dibuja sueños excitados;
manchas de humedad en la pared
sueños húmedos,
sábanas de sangre, de lluvia,
de rocío, flujo seminal
volcánico y cautivo,
congelado en vida
sudor y sangre por la herida abierta
a todos los vientos
y los sentimientos,
la imaginación, el gesto en la palabra
y un leve viento
que levanta polvo de la historia
entre las ruinas
y un temblor de gritos y de llantos
vuelven las sombras
por las esquinas
y al final la luz
La sombra
(Homenaje al cine… hace ya más de un siglo)
La sombra
que me nombra
que danza a mi alrededor
y me fija a la tierra
es un rayo de luz
congelado de la noche,
el despertar de un sueño,
un sueño azul, eterno,
destilación de sombras.
Estalla de nuevo en el cemento
el baile de Arlequín:
Picasso redivivo
vuelve en sombras, aturdido;
un tridente de pinceles en la mano
acosa en el vacío el lienzo
“mujer de saltimbanqui”
“extraña familia”
humana y animal al tiempo;
al soplo de la brisa
Salomé se desmelena…
Y el círculo de sombras
frenético y cambiante
dibuja sueños excitados;
manchas de humedad en la pared
sueños húmedos,
sábanas de sangre, de lluvia,
de rocío, flujo seminal
volcánico y cautivo,
congelado en vida
sudor y sangre por la herida abierta
a todos los vientos
y los sentimientos,
la imaginación, el gesto en la palabra
y un leve viento
que levanta polvo de la historia
entre las ruinas
y un temblor de gritos y de llantos
vuelven las sombras
por las esquinas
y al final la luz
que mata el sueño.
Mariano Ibeas
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