Blogia
DESDELDESVAN

MARÍA PILAR MARTÍNEZ-BARCA

MARÍA PILAR MARTÍNEZ-BARCA

A mi madre

Brillaba la mañana.
Venia la marea, con sus copas teñidas
en la espuma del viento.
Y tú permanecías silenciosa.
Tu mundo era pequeño:
la casa, los paseos por el sol del verano
y aquel rincón tan intimo
donde tenían vida las sombras de los cuentos,
donde la luz caía.
Pero algo te impulsaba
a aquella comunión con otros seres,
y te quedabas triste cuando se habían ido.
Tu madre, aquellos párpados de azucena y escarcha,
siempre estaba contigo:
compañera en la noche del desvelo
y a la sombra apacible de los días felices.
Y luego llegarían las figuras soñadas,
instantes que se pierden por linderos de niebla.
Y sentada a la orilla,
esperabas los ecos de otros mares lejanos.

(María Pilar Martínez Barca, Epifanía de la luz)

0 comentarios