CUATRO
Poeta ciego
“El poeta no tiene más argumentos que sus sueños”
León Felipe
El poeta está ciego
y desarmado,
no tiene voz
_ ni voz ni voto
en el desconcierto de las plazas_
no supo distinguir
entre las voces y los ecos,
el poeta se quedó sin voz,
solo en lo oscuro
se mueve, como en sueños,
se ha quedado a vivir
entre las sombras;
sólo quiere dormir
para poder soñar;
para poder vivir
el poeta eligió el silencio:
recogió todas sus palabras
extendidas en el suelo
y las enterró en un libro.
De todas las palabras
que llenan los espacios
escogió los ecos,
de todas las luces
separó las sombras…
En la ruleta de la vida
la rueda se quedó parada
en un punto negro
y le tocó el silencio:
ahora sin voz, el poeta
no tiene más argumentos
“El poeta no tiene más argumentos que sus sueños”
León Felipe
El poeta está ciego
y desarmado,
no tiene voz
_ ni voz ni voto
en el desconcierto de las plazas_
no supo distinguir
entre las voces y los ecos,
el poeta se quedó sin voz,
solo en lo oscuro
se mueve, como en sueños,
se ha quedado a vivir
entre las sombras;
sólo quiere dormir
para poder soñar;
para poder vivir
el poeta eligió el silencio:
recogió todas sus palabras
extendidas en el suelo
y las enterró en un libro.
De todas las palabras
que llenan los espacios
escogió los ecos,
de todas las luces
separó las sombras…
En la ruleta de la vida
la rueda se quedó parada
en un punto negro
y le tocó el silencio:
ahora sin voz, el poeta
no tiene más argumentos
que sus sueños.
Mariano Ibeas
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