DÍA DEL LIBRO (2)
Acabo de leer el poemario de Ángel Guinda, "Espectros" Ed. Olifante, Casa del Poeta, y a este propósito quisiera reconocer aquí mi gran admiración y mi respeto por la obra poética de Ángel Guinda, a quien se le concede el Premio de las Letras Aragonesas. Particularmente acertada me parece también la reseña de Antón Castro en Heraldo de Aragón:
Ángel Guinda, un poeta con espectros
Ángel Manuel Guinda Casales, Ángel Guinda, recibe este viernes en el Museo Pablo Serrano el Premio de las Letras Aragonesas 2010. Guinda, nacido en Zaragoza en 1948, encarna al hombre que ha vivido la poesía como una urgencia, una condena, una necesidad y una exaltación de la vida. ‘Vida ávida’, ‘Claustro’, ‘Biografía de la muerte’ o ‘Conocimiento del medio’ son algunos de los títulos básicos de un poeta muy particular: existencial y desgarrado, poeta en convivencia con la muerte, poeta metafísico y de la introspección más doliente, poeta social, satírico, comprometido, poeta visionario.
Ángel Guinda es un poeta marcado la noche y sus espantos, pero también por la vocación de utilidad, por la ironía y el humor. Se ríe hasta de su sombra y en un poeta del drama íntimo y de la alucinación, como él, ya es reírse. Hace unas semanas publicaba ‘Espectral’ (Olifante. La casa del Poeta, 2011), un largo poema en prosa que es un viaje a la raíz, un viaje a las tinieblas, una indagación en lo que somos, en los que seremos y en los fantasmas reales e imaginarios que persiguen al escritor: desde la madre muerta cuando le dio la vida hasta Zaragoza, desde el amor, la idea del suicidio al tabaco. El libro nace de una obsesión y de una iluminación: es un viaje al corazón de la noche, es un atravesar la claridad de la existencia sabiendo que la muerte acecha, y la desdicha, y las pesadillas. Y los amores turbulentos.
0 comentarios