ELKARTROPIAK (X)
Kyoto
Sería fácil reducir el mar a un lago de petróleo pestilente; sería suficiente con abrir todas las espitas; hay petróleo suficiente para eso. Incluso se le podría pegar fuego y transformar así la superficie de la tierra en una enorme antorcha visible desde la luna.
Podrían colocarse neumáticos usados en el fondo de los mares, realizar barreras de coral y goma negra en torno a los continentes; hay suficientes neumáticos usados para eso, y también para sujetar la tierra a cualquier otro planeta, como si fuese una bola de condenado a trabajos forzados…
Sin embargo quiso construirse un arca, una nueva arca de Noé, hecha de latas de aceite y de petróleo, una nave vistosa con latas de todos los colores, todos los logotipos, las marcas y los nombres de las multinacionales que enlatan los derivados del petróleo, los lubricantes, los disolventes, los fabricantes de automóviles, los mensajeros del CO2…
La construyó en forma de globo, y no quiso introducir en ella ningún animal de ninguna especie. Esperó un tiempo, pensando que no tardaría mucho tiempo en llegar el nuevo diluvio. Abrió una puerta y se encerró en la esfera una vez construida. Los que pasan por delante preguntan de forma invariable:
__ ¿Y se está cómodo ahí dentro?
Él responde también con otra pregunta:
__ ¿Y se está cómodo ahí afuera?
De vez en cuando, como Diógenes, pide que no se paren delante de la puerta, que no le quiten el sol.
Mariano Ibeas ("Veinte modelos de escultura para armar")
NOTA: La imagen del montaje de J.Ángel Lasa, corresponde a la exposición "Elkartropiak", Centro Cultural Aiete, San Sebastián.
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