DE SAL II
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no vuelan
con zumbido
en el aire las pavesas
he apagado los troncos
con el agua del cántaro
y he regado los geranios
del alféizar;
he cerrado la puerta,
atrancado los postigos;
__ que no silbe el aire
en las alcobas vacías__
queda el calor del hogar
en las últimas cenizas,
y sólo bajan las huellas
de mis pies
las escaleras;
en el umbral
he sentido el hueco
de muda despedida,
me he alejado despacio,
y, al volver la vista,
me parece que la chimenea
humea todavía.
Mariano Ibeas
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