¡QUÉ DULCE ES ESTA VELA...! II
¡QUÉ DULCE ES ESTA VELA...! II
(II)
Se consume
tu tiempo de la espera,
la gestación termina;
arrojas de ti como una bomba
el tropel de las palabras,
el estallido del secreto,
la explosión del grito,
__el "big-bang" de la luz__
pero debes tender una red en el silencio,
aprestar las trampas
de cazador furtivo,
colocar los cepos
y esperar al acecho,
en vela,
enmudecido,
abrir los ojos,
aprestar tus oídos,
__“todos los sentidos suspendidos”__
y entonces, como un regalo,
surgirá la luz de amanecer.
Mariano Ibeas
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