DE MAR (Y FINAL)
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Vacío estoy de ti,
de tu presencia
un vasto corazón desierto
que espera su condena
en los baldíos
y teme despertar
bajo la lluvia
que llegó
con nubes de tormenta
y en temblor de madrugada;
envuelta en el rocío y desplegada
está mi manta
que ofrece en su cobijo
un suave despertar
tras la jornada.
Mariano Ibeas
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Mar -
Saludos