LE CHÊNE DU LIBAN II
II
Je l’ai déjà dit et le redis encore,
mais Beyrouth n’a pas entendu.
Lo digo y lo repito, pero nunca habéis querido entenderme:
no quiero que me recordéis mis años,
mis años no son míos
no tengo ni la propiedad ni los dominios
ni el usufructo,
es un tiempo prestado;
alguien me pedirá cuentas
tal vez un juez,
me aplicará la ley:
las doce tablas,
los diez mandamientos,
las obras de misericordia,
las virtudes,
los mandamientos de la iglesia...
no me recordéis mis años,
ya llevo perfectamente la cuenta,
y, aunque me equivocase,
tampoco tendría importancia,
ni siquiera para mí;
no me quitarán un día de lo vivido
ni adelantarán un día la fecha de mi muerte.
Mi vida no es mía, y además no la recuerdo...
la vivo o la muero cada día
como un vestido nuevo
que me pongo
al despertar,
hábito o mortaja, ¡qué más da!
Pero la memoria es la muerte,
y recordar es morir de forma anticipada.
Mariano Ibeas
2 comentarios
ana m. -
mariano, que muchas gracias por estar por allí el jueves! ya le he dicho a pepe que no os reconocí por allí, pero es que miraba muy poco al público porque me daba vergüenza:).
y ya puedes montar un fiestón para tu cumple, que eres una persona jovencísima (de espíritu todavía plus) y una maraviila.
besos.
Beatus -
Un abrazo