ÉFLEURE-MOI DE TON MYSTÈRE...
IX
« Effleure-moi de ton mystère »
desflórame con tu misterio,
líbame en tu secreto
mariposa, falena, macaón de cien colores
que nace efímera como el día;
que nuevo para tí
surja el sol cada mañana :
y que tras la tarde no deje despejar la luna
el celaje de nubes,
que las sombras fundan el mediodía,
que la caída vertical del plomo fundido
en mis entrañas
tenga envidia al sol en el cénit de la ceguera,
que nada quede por descubrir en mis cavernas
y en el tuétano de los huesos,
que sea patente en el aire
como la ropa tendida,
que sea límpido en el agua
como de nieve fundida,
que se lo trague la tierra
como sangre en la batalla
y no quede ningún rastro de mi armadura:
óxido fundido con la hiel y con la sangre,
ni piel ni músculos o huesos, todo,
todo purificado en el fuego de la fragua
dará paso a tus cadenas
y yo, libre al fin,
gritaré victoria…
Mariano Ibeas
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