FERNANDO BURBANO IN MEMORIAM...
Muere a los 79 años el escritor aragonés, y profesor de ciencias Fernando Burbano
La Asociación Aragonesa de Escritores le rindió homenaje el pasado 28 de febrero en la sede de la Fundación Caja Rural de Aragón
- Necrológica de ANTÓN CASTRO
Fernando Burbano era físico y matemático y sobre todo escritor de todos los géneros, anunciando la presencia de una de sus pasiones, la poesía, en la calle en 2015.
Ha muerto el escritor Fernando Burbano (Zaragoza, 1944-2023). En los últimos tiempos había estado aquejado de la enfermedad de alzhéimer pero aún vivió con plenitud el homenaje que le rindió la Asociación Aragonesa de Escritores el pasado 28 de febrero de 2023 en el Casino Mercantil, sede de la Fundación Caja Rural de Aragón: distintos escritores leyeron sus textos, seleccionados no ya por él sino por su esposa Cristina Baselga, profesora de literatura.
Fernando Burbano recordaba que había estudiado doce años en Jesuitas y que cursó estudios de Física y Matemáticas en la Universidad de Zaragoza. De ese período derivaba su pasión por la escena: hizo sus pinitos en diversos montajes, realizó varios cursos de Arte Dramático en la Escuela Municipal de Teatro, con José Giménez Aznar, y más tarde se apuntó a dos cursos de improvisación y análisis de texto con la actriz argentina Esther Bronsi. Por ello dirigió, interpretó y aún escribió algunas obras que siguen inéditas. “Tengo escrito varios sin publicar: teatro, un buen número de cuentos y varios libros de poemas”, repetiría en varias ocasiones. Entre sus libros inéditos citó, y avanzó algún poema de él: ‘El lienzo de Penélope’.
"Fernando Burbano hizo una poesía muy personal, reivindicativa y crítica con el sistema y el poder. Tenía un mundo interior muy profundo; buscaba con verdadero afán la justicia social. Le apasionaban la mitología griega, a la que le dedicó muchos poemas, y también la podredumbre de los dioses", dice Luis Bazán.
A quien no lo conociese le sorprendía que se hubiese ganado la vida en la Academia Burbano, de su familia, como profesor de Física y Matemáticas. Le apasionaban la filosofía y las corrientes de pensamiento, pero una de sus grandes debilidades eran la mitología griega, la cultura de la II República española y la justicia social, toda una obsesión para él.
Publicó varios poemarios, ‘Ecos de la soledad’ (1978), ‘De mí, para ti: por todos’ (1979) y ‘Resistencia a la rodadura’ (1980). En 2006, participó en el libro homenaje ‘Café Levante, dígame’ (2006). Dejó aquí y allá algunos poemas, participó en recitales colectivos y fue, durante años, un asiduo visitante del poeta José Luis Alegre Cudós, al que le ayudó a publicar sus poemas.
Pilar Aguarón, de la directiva de la Asociación Aragonesa de Escritores, destaca de él “su coherencia, su sensibilidad y su compromiso con la literatura. Llamaba la atención que un científico supiese tanto de literatura y de filosofía”. Uno de sus amigos más entrañables era el escritor y profesor Luis Bazán. “Nos veíamos una vez al mes en el café Levante para hablar de la vida y la literatura. No se rindió nunca ni dejó de escribir. Había perdido la confianza en las editoriales pero no en sí mismo. Deja mucha otra inédita en poesía y prosa. No volvió a publicar, pero sentía la poesía de una manera especial. Hizo una poesía muy personal, reivindicativa y crítica con el sistema y el poder. Hizo una poesía difícil, pero tenía un mundo interior muy profundo; buscaba con verdadero afán la justicia social. Le apasionaban la mitología griega, a la que le dedicó muchos poemas, y también la podredumbre de los dioses”, explica Luis Bazán, y revela algo más: “Le interesaba mucho la actualidad, pero creía que en la civilización griega y en sus mitos seguía estando todo”.
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