ELEGÍA (TRISTE) A LEOPOLDO MARÍA PANERO
Elegía (triste) a Leopoldo Panero
“con quien tanto queríamos”
¡Qué putada, Leopoldo María,
todos huérfanos…!
Todos sin excepción
hemos quedado huérfanos,
huérfanos, de ti, de tu palabra
No hay excusa:
la muerte al parecer
llevaba dados pesados,
tenía todas la barajas marcadas
y todas las cartas en la mano,
y le tocaba barajar, __una vez más despacio__
como un tahúr redomado…
y estaba el palo de la familia, agotado, muerto
“Vosotros los Panero”
casi todas las bazas para la muerte
y ya solo quedabas tú, Leopoldo María,
y te tocó la muerte a ti,
como antes, muchos años antes
te tocó la vida…
La distribuyeron a golpes, a golpes en la herida:
a golpes de azadón,
a golpes de machete,
a golpes de bala tras las tapias
de muchos cementerios.
En este caso
todos fuimos contigo
los frutos de la sangre
de la rabia,
del odio y de la idea…
¡Leopoldo, Hijo de Libertad! __ ¡qué ironía!__
hijo de un borracho y de un poeta
hijo y hermano de poetas…
estirpe de locos, borrachos, suicidas,
estirpe de Caín, cainitas todos…
¡qué putada, Leopoldo!
__La única locura verdadera es la lucidez,
y tú no aguantaste tanta luz, que te cegaba por dentro__
Todos huérfanos
Sin excepción
“Nosotros , los Panero”, todos huérfanos,
huérfanos de ti, de tu palabra,
no nos resignamos
Y no nos pidas silencio… __¡no babees, Leopoldo!__
seguiremos masticando tus palabras,
rumiando tus silencios
¡qué putada, Leopoldo!
Ya no seguirás escribiendo…
***
Desde donde quieras, Ya nos seguirás escribiendo.
Mariano Ibeas (abril-junio 2014)
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