APRENDO A BEBER HILO
Aprendo a beber hilo,
Aprendo a beber hilo,
anudando el paso de los días,
una vuelta y otra
como quien hace cesto:
__ paja de centeno y fibra de zarza,
en las largas tardes de invierno__
el lento avance de la labor de agujas,
punto por punto,
__ “ahora crece, ahora mengua” __
El tic-tic misterioso y danzarín,
como de puntillas,
el choque de agujas en el silencio
y el brillo a la luz que se filtra perezosa
de atardecer por la ventana,
el paso lento,
moroso de la lana
entre los dedos sarmentosos
de la abuela:
Tiempo ido, rumoroso, opaco
sobre el tablero de la cuadra
al calor animal
de los bueyes que sestean
o rumian blandamente,
el paso del rosario:
la unión la hace el hilo,
el eslabón de la cadena,
no las cuentas, ni los cuentos
que se desgranan pausados
entre los labios de la abuela…
Mariano Ibeas
3 comentarios
Mariano -
Y me gusta que te guste. ¡Claro que es muy mío el poema!, pero para eso lo cuelgo, para que sea de todos también.
Un abrazo.
Mariano Ibeas
Blanca -
Blanca -