EL SUEÑO DE LA RAZÓN (Y TRES)
EL SUEÑO DE LA RAZÓN ( Y TRES) El portero había observado un momento el estudio y unas imágenes recurrentes le llegaba a la memoria de forma obsesiva “El sueño de la razón…” y los grabados de Goya, con aquellos murciélagos de ojos enormes… pero también había otra, ésta vez del Quijote y el episodio de “la brava y descomunal batalla que don Quijote tuvo con unos cueros de vino tinto”… restos de lucha, descomunal y desaforada contra los gigantes. Mariano Ibeas Nota: *Cita de Alonso Cordel “en un vértice agudo y penetrante”
Lo de la pintora era una obsesión, el fruto del amor al arte y decidió también que esta chica era especial; alguien, que luchaba de ese modo contra la materia, que buscaba de forma semejante, desesperada, a vida o muerte, el brillo de una mirada “en un vértice agudo y penetrante”* no admitía medias verdades; los cuadros rajados, el óleo de color rojo por todas partes…, estaba todo muy claro. En el arte no cabían medias tintas: la destrucción o el amor…
Volvió a echar una ojeada al estudio: al fondo, en un rincón, desde uno de los cuadros le pareció que alguien le lanzaba una mirada extraña e inquietante.
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Pilar -