TRIGONOMETRÍA III
III
TANGENTE
“cierra los ojos, es solo un sabor, salado y suave”
Tango, tetigi, tactum
Sólo un instante
en el vuelo veloz
de una mirada
se iluminó tu rostro
te fuiste
luego entre la gente
como en el bosque
_ en mi bosque adolescente
la huida de la Corza Blanca_
la herida mortal
de una mirada,
sicut cervos ad fontes,
arrastrando un rastro de sangre
esa mirada
juega conmigo cada noche
y me visita fugaz
de amanecida;
del rostro no queda
sino una luz
que flota en los cristales…
y un temblor de escalofrío
que me recorre la piel
¡era tan bella!,
tota pulchra,
cuando el azar no quiso
cerrar de golpe la puerta,
_ fue tan solo un instante
en un sueño febril_
y dejó la puerta entreabierta
que daba al paraíso.
MARIANO IBEAS
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