FRUTOS DE OTOÑO V
Le cheval évanoui (1966)
“Il était unpetit cheval blanc...
oh comme il avait du courage »
Bajo el peso de las varas
pena el jamelgo en la cuesta arriba:
hay barro y las roderas sacan al aire
los cantos descarnados,
apenas nieve sucia en la ladera del monte
viento frío y sol tímido de mediodía
grito y grito
carne de látigo y de juramento
blasfema y se da al diablo
el postillón-arriero
mermada está la carga y sin embargo
el animal se rinde
llegó el final, el descanso eterno
una vida de perro,
no, el perro no trabaja:
sigue cansino el rodar bajo el serón del carro
al ritmo de tartana y el dogal al cuello
el viejo perro no alienta siquiera,
ni olisquea,
mira indiferente las lados del camino,
ha dejado de seguir los rastros familiares
__ ¿para qué? __
Si no podrá seguirlos un momento
y rehacer luego el camino
con trotecillo escorado y tuerto
__ come con los ojos el pan de los deseos
y ve llegar el fin del pobre caballejo__
porque no habrá un paso más;
todo se resolverá en medio
de un círculo de miradas expectantes:
__ malvender el carro,
__despellejar al animal
__ … la piel, una vez curtida,
servirá para fabricar arneros…
__el cuerpo para los buitres
y para los otros perros…
el perro del arriero,
aún muerto de hambre,
no osaría jamás
hincar el diente en la carne magullada
de su eterno compañero…
Mariano Ibeas
NOTA: La foto es de José Antonio Melendo.
http://www.melendofotografia.es/blog/
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