MARCOS ANA...
Marcos Ana
By José Saramago
Hay personas que parecen no pertenecer al mundo y al tiempo en que viven. Marcos Ana es una de esas personas. Como tantos de su generación, arrastrados por prisiones del fascismo español, sufrió lo indecible en el cuerpo y en el espíritu, escapó in extremis a dos condenas a muerte, es, en el mayor sentido de la expresión, un superviviente. La prisión no pudo nada contra él, y fueron 23 los años que estuvo privado de libertad. El libro que acaba de presentar en Portugal es el relato simultáneamente objetivo y apasionado de ese tiempo negro. El título de las memorias, Decidme como es un árbol, no podría ser más significativo. Con el tiempo, la dura realidad de la prisión acaba sobreponiéndose a la realidad exterior, diluyéndose en una imprecisa neblina que es preciso expulsar de la mente cada día que pasa para no perder la seguridad en uno mismo, por más frágil que se torne. Marcos Ana no sólo se salvó a sí mismo, salvó también a muchos de sus compañeros de cárcel, transmitiéndoles ánimo, solucionando problemas y conflictos, como un juez de paz de nueva especie. Firme en sus convicciones políticas, pero sin permitir que su juicio crítico sea afectado, Marcos Ana transmite a aquel que se le aproxima un irreprimible sentimiento de esperanza, como si pensásemos: “Si él es así, yo también lo puedo ser”. Recuperada la libertad, no se quedó en casa para descansar. Volvió a la lucha política, con riesgo de ser nuevamente encarcelado, y dio inicio a un notable trabajo de asistencia y ayuda a los que continuaban en prisión. En España, unos cuantos amigos y admiradores de su singular personalidad (el premio Nobel Wola Soiynka es un de ellos) lo presentamos como candidato al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Nada sería más justo. Y más necesario para mostrarle al pueblo español que la memoria histórica sigue viva.
http://cuaderno.josesaramago.org/2009/06/02/marcos-ana/
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