ÁLAMO HERIDO
Los que se acercan por aquí, de vez en cuando, pueden seguir con cierta pena la situción de "mi árbol"; tras el invierno y las últimas tarascadas del cierzo, el álamo ha perdido más de la mitad de su porte, unas gruesas ramas como árboles, desgajadas del tronco a buena altura, yacen por el suelo, pero el árbol sigue vivo.
Aún no despuntan los amentos, pero los botones de sus ramas están gruesos y esponjosos y es de esperar que con las últimas lluvias, y el fin de los hielos se anuncien pujantes las primeras hojas tiernas.
Entonces no parecerá tan desnudo y solitario.
Hoy somos pocos los vistantes de la orilla del río; sólo las garzas, los patos y el aletear de cormorames siguen anunciando de verdad la vida.
Mi árbol sigue, sin embargo, desnudo y solitario a la orilla del río, como apuesta de futuro. Aún no es primavera.
3 comentarios
Mariano -
Mariano Ibeas
Luchy -
Aanbel -
Espero que esta primavera puedas mandarnos fotos de tu árbol en un estado mucho más alegre.
Besos,
Anabel, la Cuentista