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DESDELDESVAN

ÁNGEL PETISME

ÁNGEL  PETISME

 

Ángel Petisme

“Cinta transportadora”

VII Premio internacional “Claudio Rodríguez”

                  Poesía Hiperión

 

MAPA DE BESOS

 

Los besos en Zaragoza saben a quinto de Ámbar

a coliflor de la papelera de Montañana

y a lápiz de labios de esa madame teñida

que regenta el Linares, un bar por San Vicente de Paúl.

La gramola a 50 céntimos dos canciones.

Por los labios del tiempo, besos para tocar la vida.

 

En el puente de Piedra frente a la estatua del padre Boggiero,

con vistas al Club Náutico y el Pilar,

me encanta darte besos a la francesa.

A la izquierda del Club Náutico siempre imaginé

las bodegas de sangre del Ebro de Miguel Labordeta.

Besos de cierzo, como un kalasnikov

que te parte la cara,

abrazando a una mujer de niebla.

Me recuerda la peli de Leo Carax Les Amants du Pont Neuf,

Juliette Binoche con un parche en el ojo.

 

Los besos en Zaragoza saben a plazo fijo, a hipoteca de Ibercaja.

y chantaje al futuro. A estrellas en el Parque Grande

que estiran sus brazos hacia los hombres

y se suicidan en el Canal Imperial como bonzos.

Besos de Brugal con limón, de penas que aún no tienen nombre,

de luz sin tiempo dentro y promesas vacías

en Salou, la playa de Aragón.

 

Cualquier banco en una plaza recoleta,

San Felipe, San Pedro Nolasco, Santa Cruz,

son estupendos para poner a prueba mis empastes,

tocarte el alma con la lengua

y tararear un tema de Paul Weller. 22 sueños, por ejemplo.

 

Zaragoza sabe a besos de cine en el Elíseos

y al ambientador de canela y vainilla

de los váteres de La Luna y el Bacharach.

Besos Casablanca, Lost in traslation, besos Encadenados,

Blade Runner, Cuerpos Ardientes de Lawrence Kasdan…

Besos dentro de un beso. Zaragoza metalingual.

 

Lo leí en una pared de un bar de Zaragoza:

"que cuando peor estemos, como ahora".

Me pedí un gin-tonic, la camarera me sonrió.

Yo sonreí y desplegué las alas.

Brindamos por los regalos del presente.

 

 

NOTA: He tomado prestado del último libro publicado, este poema de Ángel Petisme porque refleja una visión amable y cariñosa de la ciudad y una perspectiva optimista del presente.

Gracias, Ángel, por tu generosidad.

 

1 comentario

Anónimo -

Me encanta,
Besos.