AD MAIOREM
¿Un millón y medio de “papanatas” en Madrid?
He recuperado este texto de Ramiro A. Calle que refleja muy bien un sentimiento y una opinión particular a propósito del “papanatismo” de la JMJ:
“Casi todas las organizaciones tienen, sin duda, un lado bastante oscuro y a la vez más que siniestro. Ni siquiera se salvan las religiosas, seudoespirituales o seudomísticas, verdaderos focos de avidez material, egocentrismo y menosprecio por las auténticas inquietudes espirituales. Una verdad institucionalizada es una verdad a medias y una verdad a medias es la peor de las mentiras. Llegará un día, y ya se está aproximando, en que las organizaciones religiosas decaerán y surgirá el buscador realmente libre e independiente que no entre en jaulas o cárceles ajenas. Las organizaciones religiosas o seudomísticas se vuelven escleróticas, amenazan la libertad mental del individuo, insultan la inteligencia primordial del buscador, son condicionantes y adoctrinantes. Tras ellas, en sus podridas trastiendas, se esconde un desmedido afán de poder, ansias de medios materiales, un enfermizo y paranoide narcisismo y mucho más. Sus actuaciones se rigen por incontroladas ambiciones, discrepancias enrarecidas, prejuicios y rencillas y la exigencia de de conductas ciegamente obedientes y abyectas. Ni siquiera las organizaciones sociales más encomiables se salvan muchas veces de todo esto, aunque su presidente, líder, maestro o gurú sea una persona honesta y de gran nobleza. A menudo, los fundadores u organizadores sucumben a su propia creación y se tornan simples marionetas de la colosal organización que ellos mismos han engendrado. Así se ven obligados a veces a seguir las consignas de las instituciones mientras son dirigidos por el poder que han alentado. Quizá sea un sueño imposible que legue un día en que el ser humano, por la verdadera evolución de la conciencia y la real apertura del corazón, no necesite apoyarse, ampararse, ser dirigido y guiado por otros y recupere la soberanía de sí mismo.”
Ramiro A. Calle, “Viaje al interior de la India”, Ed. Martínez Roca, 2001.pags. 276-277
La caricatura de Bendicto XVI, es de Sciamarella, y la publica El País.
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