ONCE
ONCE
La nieve febril de los cerezos
febrero cela
un ascua inflamada
enciende atardecer
en las colinas
_viejas arcillas viejas
en tierras de Teruel_
afila el cierzo
su peine de cuchillas
rizando de cenizas las encinas
vuelo augural de pájaros cenizos
y sal en la piel
surcos de sudor al frente
y detrás
la tierra estéril,
ahíta de sequías,
no duele sin más el golpe seco
del azadón en los terrones
hay miles y miles
de causas y razones
para maldecir la tierra
que lleva la muerte cereal
en las entrañas
y entierra,
vida tras vida,
como suplicio de Tántalo
interminable,
en el páramo eterno
páramo yermo
Bajo el signo de tierra I
Páramo yerto
La nieve febril de los cerezos
febrero cela
un ascua inflamada
enciende atardecer
en las colinas
_viejas arcillas viejas
en tierras de Teruel_
afila el cierzo
su peine de cuchillas
rizando de cenizas las encinas
vuelo augural de pájaros cenizos
y sal en la piel
surcos de sudor al frente
y detrás
la tierra estéril,
ahíta de sequías,
no duele sin más el golpe seco
del azadón en los terrones
hay miles y miles
de causas y razones
para maldecir la tierra
que lleva la muerte cereal
en las entrañas
y entierra,
vida tras vida,
como suplicio de Tántalo
interminable,
en el páramo eterno
páramo yermo
páramo yerto
Mariano Ibeas
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