VEINTE MODELOS (DE ESCRITURA) PARA ARMAR
XVI.- Caliza escrita (I)
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Le gustaba sobre todo la piedra natural, como material escultórico y ornamental por excelencia: el granito, el mármol… también el alabastro por su luz interior y a veces la pizarra o la arenisca, siempre la caliza, la más modesta, la más natural. Él se decidió por las calizas.
Lo decidió desde el principio: caliza escrita.
La buscó por todas partes; buenas canteras de calcitas, famosas desde los romanos, como fuente de material de construcción, yacimientos de donde salieron las piezas de las catedrales, los puentes, los acueductos, las calzadas… hasta ciento veinte variedades de piedra de cantería tradicional registrados en el país, y sobre todo, un mineral abundante en la naturaleza, a veces cristalizado, otras en masas de estructura compacta, concrecionada, fibrosa, terrosa… que se presenta con aspecto incoloro, vítreo y transparente cuando es puro… entre sus variedades se encuentran diversos tipos de calizas tales como los mármoles, calizas oolíticas, pisolitos, alabastros, calcitas, dolomitas, magnesitas, aragonito, espato de Islandia, etc. etc.
Desechó el resto y se centró en la caliza y a partir de ese momento fue la piedra de su predilección.
Sabía que los griegos utilizaron la cal en muchas construcciones, según citas de Jenofonte y Teofrasto. Plinio lo confirma diciendo que lo usaron en la construcción del templo de Apolo y Dioscorides lo recomienda para uso médico.
Pero no estaba conforme del todo.
Mariano Ibeas
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