NOTAS DE VIAJE 6
"Por la carretera del aeropuerto hay una circulación del demonio, cinco carriles, para vehículos ligeros, semiligeros, semipesados, pesados… y ninguno de ellos circula por el carril que le corresponde, los camiones viejos y desvencijados cambian también continuamente de carril, pero nadie se pone nervioso; en última instancia la bocina, antes de la colisión. En tres semanas no he observado más que dos accidentes y en las autovías.
Tres años más tarde: Las cosas parecen haber cambiado... a mejor. hay una cierta modernización en los vehículos, incluso en los de transporte __taxis y buses incluidos__ y los vehículos industriales. Llego a la conclusión de que excepto los camiones, algunos unas auténticas ruinas heredadas del ejército o del pasado sistema, el resto de los vehículos, sobre todo los privados, corresponden a modelos relativamente modernos.
Primer contacto con las masas; hasta ahora no habíamos visto demasiadas filas , pero apenas desembarcados, observamos algo curioso: la fluidez. Todo fluye, las personas, las maletas… la masa fluye y confluye en un punto determinado; actúa como los bancos de peces, como los grandes cardúmenes que se compactan cambian de forma y de dirección ante el ataque de los predadores, o como las bandadas de estorninos, con un alma y una voluntad común y __lo que es más notable __ casi en absoluto silencio.
Esta parece ser la norma no escrita. Las decisiones si existen se toman de inmediato y se actúa sin dudar, el individuo y el grupo saben lo que tienen que hacer. Sólo nosotros los extranjeros, dudamos, consultamos mapas y leemos los carteles bilingües y los nombres de las calles con detenimiento. Somos los bárbaros, los nuevos bárbaros".
Mariano Ibeas
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