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FUGITIVOS

FUGITIVOS
Siempre será Alejandría. A poco que recorras
la calle que va derecha hasta el Hipódromo,
verás palacios y monumentos que te asombrarán.
Por más estragos que las guerras le hagan,
aunque se venga a menos, siempre será un lugar fascinante.
Y así, entre caminatas y libros,
y entre estudios diversos, pasa el tiempo.
A la tarde nos reunimos frente al mar
nosotros cinco (bajo nombres, naturalmente,
fingidos) y algunos griegos
de entre los pocos que quedan en la ciudad.
A veces discutimos sobre asuntos de Iglesia (algo romanos
parecen los de aquí); y otras veces, hablamos de letras.
Antes de ayer leímos unos versos de Nonno.
Qué imágenes, qué ritmo, que lenguaje, qué armonía:
entusiasmados admirábamos al Panopolita.
Y así pasan los días, y nuestra estancia
no se hace desagradable, pues está claro
que no va a durar para siempre.
Llegan buenas noticias: ya sea que en Esmirna
algo empieza a moverse, o que en abril
nuestros amigos se marcharán de Epiro, nuestros planes
se van logrando y fácilmente derrocaremos a Basilio.
Y entonces nuestro turno también habrá llegado.
(C.P. Cavafis. Traducción: Juan Manuel Macías)
À QUOI BON ÇA RIME?

À quoi bon ça rime?
À quoi bon ça rime:
“la garde civile
est entrée
et on l’a emporté à Madrid.
La mère pleure”.
(Fertxu Izquierdo)
Pleure la mère,
amère pleure la mère...
la mer toujours amère,
l’amertume du jour,
du jour au lendemain
la mer toujours amère
mène la mère a la mer
ah, l’amertume!
tu me remous
comme la mer,
toujours
la même et si différente la nuit
du jour...
au lendemain,
la mère
sortira, la main sur la main,
demain, au lever du jour,
demain ira à la mer au petit jour;
la mère, comme la mer,
joue son eternelle ivresse:
sans cesse elle la caresse...
__l’amertume de la mère__
aimer, sans cesse, comme la mer,
l’amour, amer...
la mer amère...
et toujours
le mur!
Mariano Ibeas
DEDICADO A

La eternidad
Dedicado a “Beatus”, que ya no podrá leerme
Y con quien tanto queríamos…
La eternidad aquí
tiene luz fluorescente
pasillo de hospital
olor a multitudes;
sólo desfila el dolor
en cada rostro
y el tiempo deslíe los minutos
como en medicinas de sabor amargo…
vuela la luz tras las ventanas
hacia no sé dónde
hacia no sé cuándo,
tal vez,
tal vez mañana.
Mariano Ibeas
REY DEL CORRAL

DISCURSO DEL MALVIVIR...
Discurso del malvivir
Allá en la década de los cuarenta,
España había vuelto a ser católica y esdrújula
a base de una renta de ciento y pico dólares per cápita.
La curva de los feligreses
crecía sin pecado concebida
y a fuerza de limosnas las diocesanas aumentaban
su cachito de cielo que Dios le dio,
su coeficiente de plusavemaría.
Cuando los tísicos hacían fila
ora en las procesiones,
ora en las Hermandades de la Sopa,
antes de que llegara el crudo invierno
al sanatorio inicuo donde se cura, con más muerte,
la insania de la vida.
Y en tanto, el paroxismo de las toses
avalaba el humazo de fritos con aceite de recambio
junto al olor a güisqui de los ejecutivos.
Poemarios de José Antonio Rey del Corral:
(Rey del Corral, tan lejano y tan próximo en este 1º de Mayo de 2015)