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EL ESPÍRITU DEL RUISEÑOR

Dedicado a Blanca y a María y a...
El espíritu del ruiseñor
es el vacío de su canto,
es el silencio que sigue
cuando dejó de cantar...
no es la rama
en la que posó el pájaro,
es sólo el temblor
de la rama
cuando el pájaro
ya no está...
Mariano Ibeas.
LUISO...

LUISO (“ MARÍA”, MATRÍCULA DE BILBAO) I (Segunda parte)
Como la magdalena de Proust, éste libro “Luiso” me lleva de pronto a los primeros años del bachillerato y al instituto “Peñaflorida” de San Sebastián.
Copio, por si la memoria no me acompaña lo suficiente, el Capítulo I: El capitán:
“Al Capitán del “María” no le interesaba ni poco ni mucho la Vuelta Ciclista a España. Pero se quedó junto a la radio de su camarote, que iba a dar noticias de la carrera, como si le interesara. Antes de que comenzara a hablar el locutor, habló él: “Luiso, ahora, estará con los cinco sentidos en el receptor; Luiso tendrá, lo que se dice, la carne de gallina pensando en Bahamontes; Luiso no se imagina, de seguro, que yo estoy escuchando también, unido a él, identificado con él en esta cuestión que tanto le preocupa; Luiso es un muchacho espléndido…”.
__ La octava etapa de la Vuelta, corrida hoy, con buen tiempo, en el ya tradicional itinerario de los Puertos de Guadarrama, ha hundido al líder holandés De Groot, ha colocado a Bahamontes a la cabeza de los escaladores y ha supuesto para Van Looy otra victoria al sprint, en el Paseo de Coches del Retiro. A las once y treinta y cinco, con cinco minutos de retraso sobre el horario previsto…”
(Comienzo del libro, pág 9)
LUISO. El libro de Sánchez-Silva y Luis de Diego, con ilustraciones de Lorenzo Goñi, recibió el Primer Premio "Virgen del Carmen" de 1960.
El ejemplar que tengo entre las manos, editado por la Delegación Nacional de Juventudes en la Editorial Doncel, tiene un sello de registro de biblioteca, con el nº 35 y otro sello circular con el yugo y las flechas como perteneciente a la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., Sección Femenina, Juventudes de Zaragoza.
Acabo de recuperar un fragmento importante de mi infancia.
Para empezar, el nombre del personaje nos parecía muy raro, un poco pijo diríamos hoy, y bastante alejado de aquellos, la mayoría hijos de la tierra adentro.
Los profesores no tenían muy claro lo que se podía hacer con semejante texto: lo usaban como libro de lectura, de pronunciación, de oratoria, en fin, de todo aquello que, ni de cerca ni de lejos, podía oler a formación política. En los centros como el nuestro los profesores eran políticamente correctos.
El libro propuesto como texto base para la asignatura de Formación del Espíritu Nacional __Para nosotros "Política"__ de 2º Curso de Bachiller, recomendado por el Instituto "Peñaflorida" de San Sebastián, hoy en la Calle Salaberría 8, a punto de ser demolido y donde debíamos examinarnos como alumnos libres, venía a substituir los famosos manuales de adoctrinamiento puro y duro de los años anteriores...
LUISO II

LUISO (“ MARÍA”, MATRÍCULA DE BILBAO) II
"El instituto Peñaflorida (Hoy IES Usandizaga-Peñaflorida- Amara) será derribado y sustituido por un nuevo centro escolar que ganará metros para patios y áreas de recreo, tanto por su configuración como por la cesión de terrenos por parte del Ayuntamiento". (De una noticia reciente)
Con este derribo, se irá también un pedazo de mi memoria. Las pruebas que debíamos superar los alumnos libres en dos o tres días de infarto eran como los trabajos de Hércules. Si fracasábamos había que volver en Septiembre.
Acudíamos a la vieja estación de San Sebastián o a la de Amara en "el topo" y llegábamos andando al instituto por la orilla del río Urumea, pastoreados por algún profesor que hacía también de consejero y asesor técnico para alguna de las asignaturas. Ellos conocían mejor a los catedráticos, pero a la hora de la verdad no tenían ninguna influencia y tampoco las notas que habíamos tenido durante el curso.
Nosotros habíamos sufrido un entrenamiento feroz: exámenes y notas semanales, notas y calificaciones mensuales y trimestrales que se enviaban a los padres, semanas de preparación intensiva y luego nos jugábamos cada asignatura y el curso a una carta en un examen del instituto Peñaflorida.
Los exámenes se solían concentrarse en dos días, a veces en sesiones de una hora o más por asignatura, mañana o tarde; en Educación Física ocupábamos también una mañana o una tarde en las viejas pistas de atletismo de Anoeta, en el lugar que hoy ocupa el estadio de fútbol de La Real Sociedad e incluían pruebas en formación cerrada, carreras de velocidad, saltos de altura y longitud y poco más; las marcas que se nos pedía eran modestas y solíamos superarlas con facilidad.
Para unos niños de 11 o 12 años, todos alumnos libres, encontrase en los pasillos del Instituto Peñaflorida, con una turbamulta de cientos de compañeros de tormento (sólo chicos) procedentes de todos los rincones de la provincia, era una experiencia singular.