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LUISO... III

LUISO (“ MARÍA”, MATRÍCULA DE BILBAO) III
Recuerdo con horror la lectura de las listas interminables. Al principio, cuando iban por Ibáñez, yo me decía “pronto me toca”. Sí, sí… Ibañez, Ibarbia, Ibarburo, Ibarguren, Ibarrecolanda, Ibarsoro … Y decenas de nombres y apellidos vascos después, “Ibáñez”, Ibe…Ibeas… y ya me tocaba.
En cada aula entrábamos un centenar, o tal vez sólo cincuenta, si el riesgo de copiar era mayor y había que dejar que el aire “respirara” entre las mesas. Había profesores muy maníacos y no permitían la más leve ocasión de copia… Nueva lectura de las listas, una vez sentados: siempre faltaba alguien o alguien se equivocaba de clase.
Respondíamos "presente", al estilo falangista, cuando nos nombraban; algunos nostálgicos no admitían otra respuesta.
__ “Y no me digáis “servidor” que a mí no me servís para nada”__ gritaba el profesor de dibujo, por ejemplo.
Entre nosotros había auténticos especialistas con la copia, el soplo, el pasarse papelitos, el guiño o los gestos ya previstos… como jugadores de mus, como si se tratase de avezados tahúres del Misisipi.
Había que aprobar. Nos jugábamos las vacaciones o el curso entero.
Algunos tenían particulares estrategias, como la de asomar solo una esquina del folio donde nos ponían el sello del instituto y llevar parte del ejercicio ya resuelto. O copiar en letra microscópica fórmulas o esquemas, escribir en el “bic cristal” con una aguja: todo un máster de artimañas.
¿Y cómo lo adivinábamos?
Solían repetirse los ejercicios y, si ya se habían propuesto algunos el día anterior, era difícil que se repitiesen. Y teníamos un archivo de años y profesores bastante predecibles, aunque había cambios de catedráticos, o de profesores de última hora, por ejemplo.
No era fácil desde luego. Adivinar si en latín tocaba la traducción de César, “De bello gálico” o si se trataría más bien de Salustio, “De bello yugurtino” era importante: una hora para hacer la traducción y responder a algunas preguntas o unas frases en traducción inversa, pero nosotros estábamos bien preparados: en Latín, o en Matemáticas, realizar tres o cuatro problemas complejos en una hora, o una traducción del francés, un análisis sintáctico y una redacción sin apenas faltas de ortografía en Lengua y Literatura, o en Geografía e Historia, con espacio y tiempo limitado, aunque se podía solventar con algo de paja…
LUISO IV

LUISO (“ MARÍA”, MATRÍCULA DE BILBAO) IV
O en dibujo. Ahí el problema se complicaba: dibujos simples a mano alzada sacados de las láminas de Freixas o similares en primero, dibujo artístico en segundo, lineal en tercero, perspectiva en cuarto… una sola lámina y una hora o más para resolver la lámina, sin hacer borratajos, raspaduras o “chinos” con el tiralíneas; realmente complicado…
También era complicado copiar o usar “chuletas”.
Yo lo intenté como todos en una ocasión; me fabriqué una libreta del tamaño de media carta de baraja y de unas 60 páginas de grueso recogía prácticamente el resumen de lo esencial del programa en Ciencias Naturales. No pude ni me atreví a utilizarla nunca, porque pillarte equivalía a una expulsión y un suspenso seguro; pero su confección me permitió dominar la asignatura. Faltaba la prueba práctica; había que presentar una caja de insectos, un herbario, o una colección de rocas y minerales, y bien que mal conseguíamos realizarlos de forma artesanal. El profesor, a pesar de la ojeada displicente que podía preceder al visto bueno, consideraba estas manualidades como una condición “sine que non” para aprobar la asignatura. Estaba además el Cuaderno de Ciencias y ahí sí que me lucí: había dibujado en las páginas centrales un corte de raíz y uno de tallo, con minuciosa precisión, a tinta, pelito por pelito y célula por célula. Antes de comenzar “entrené” el cuaderno abriendo y cerrándolo de manera que se abriese y cerrase precisamente por esas páginas. El truco funcionó: el profesor lo miró con detenimiento y el resultado en el examen y la asignatura: “matrícula de honor”. En griego sin embargo no me valió ningún truco: suspenso en junio y aprobado rasposo en septiembre. Fue el único tropiezo en todo el bachillerato.
Años más tarde tuve que rescatar mi título consignado en la Universidad de Valladolid a cuyo distrito pertenecía el instituto…
LUISO V ( Y final)

Luiso, una historia pergeñada por el autor de “Marcelino, pan y vino”, y de la que más tarde se hizo una película, era una visión metafórica de la supuesta realidad española (con una metáfora de la guerra civil con la historia de la rebelión a bordo) que a través del viaje de Luiso durante las vacaciones de verano en un mercante que capitanea su padre, pretende enseñar y difundir los valores humanos, la responsabilidad y la moral de inspiración cristiana, la doctrina social de la iglesia, etc. etc.
Y eligieron un libro que los niños leían en las clases de FEN (Formación del Espíritu Nacional que junto con Religión y Gimnasia componían las Tres Marías, religión, formación del espíritu nacional (política) y educación física (gimnasia) unas asignaturas obligatorias que casi todo el mundo aprobaba.
Entre los compañeros se corrió la especie de que teníamos buenos resultados en educación física , por nuestra preparación espartana en el colegio… luego se dedujo que nos reconocían por el uniforme: las mismas zapatillas de lona y suelo de goma.
Ya había pasado la época de los manuales de adoctrinamiento franquista puros y duros de la posguerra y con las preguntas de las vivencias y aventuras que narraba este libro (y que podría haber sido otro cualquiera) se debían de dar respuestas inspiradas en los principios de Movimiento Nacional, que era desgraciadamente el único ideario político entonces permitido.
El libro se llamaba Luiso y la verdad que a mí y a todos mis compañeros de 12 años de edad, los rollos de un asimilado profesor de aire marcial con lo de la convivencia en una unidad social y las teorías del nacional sindicalismo me traían al fresco, pero sin embargo este libro me gustaba con su vocabulario de frases repletas de palabras marineras y al final me apasionó su lectura y creo que fortaleció mi vocación marina.
(Citas y autocitas varias)
LUCIÉRNAGA...

Ser luz
“Toda la luz del mundo”
( Ángel Guinda )
Ser luz
humilde y fría,
un reflejo,
__ por cada estrella que brilla
arriba, debe haber
una luciérnaga que brilla
abajo entre la hierba__
gusanito de luz,
vagalume,
un fulgor apenas,
y , sin embargo,
te derramas desde dentro
y sueño y sueñas...
¿Con qué sueñan las luciérnagas?
¿ Y los niños...
¿Qué sueñan los niños
que capturan la luz
entre las manos’
un sol pequeño,
un astro secuestrado,
¡ toda la luz del mundo
en una mano!
Mariano Ibeas
LEOPOLDO MARÍA PANERO...

LEOPOLDO MARÍA PANERO… IN AETERNUM
( Del libro póstumo “Rosa enferma”
Ed. Huerga&Fierro, 2014)
Alguien se dará cuenta. Hölderlin lo dijo
De lo redundante que es soñar visiones góticas
E incluso llegará algún día
Cuando caiga la página
En que nazca el terror de no tener
Ya nada que babear
De tener ya solo miedo de la vida
Y alegría de morir
Como una rata temblándome en la mano
Es pedir perdón a los hombres por existir
Por implorar a la página desnuda como las rameras familiares
Que reptan sobre la página
¡Ah los hombres!, los hombres huecos, The hollow men,
Eliot lo dijo
Cerrando la ventana para que el cierzo no sople
Y no nos acechen ni los hombres ni los muertos.
UN POEMA DE CARMEN ALIAGA...
De pronto la piel
se nos vuelve de lana
y los huesos se astillan,
se encogen,
se ablandan
hasta alcanzar textura
de algodón.
El tiempo se despunta
y el amor simplemente
es esa tela rota
de un bastidor enorme.
Es el momento entonces...
La vida, a traición, afilando sus uñas.
La carne hecha nudo,
la sangre hecha hebra.
Un ovillo que rueda sobre la alfombra.
UN POEMA DE ÁNGEL GUINDA

NOCHE INSOMNE
Por Ángel GUINDA
La gran bóveda escupe, a la vez, agua y fuego
a través de una anémica sábana de neblina
que el viento agita y la humedad arruga.
¿De qué serán señal esas espinas de agua
entrebordadas con lluvia de estrellas?
El perro pastor ata su mirada perdida
cuando suena en las sombras la esquila de una lágrima.
¿Qué pensarán las cumbres de las negras montañas
tan canosas de nieves y hielos requedados?
¡Están frías las piedras; y mis ojos exploran,
más allá de las nubes, lo lejano visible!
¿Quién atiza los arcos de la magia y del miedo?
¿Quién lanza tempestades de aire sobre el mar?
¿Quién zarandea el bosque mientras danzan los árboles
y los nidos se inclinan con devoción de luto?
(Yo te miro dormida de pie junto a este verso.)
El torrente desliza murmullos de colores
borrados por las manos enrumbadas del sueño.
¿Quién expira escondido entre los matorrales?
Los pájaros descansan y, encogidas, las rocas
esperan a que el sol abra al mundo sus alas,
nos acerque el calor y rebulla la vida,
ocupen los gusanos las tierras requemadas
y aparten los insectos el velo de las flores.
Todo flota en silencio, aletargado, ¿o reza?
Tomado de Antón Castro:
https://www.facebook.com/anton.castro.52