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MITAD FILÓSOFO...

“La poesía va al encuentro de todos,
de los que creen necesitarla y de los que no…”
María Zambrano “Filosofía y poesía”
90
Mitad filósofo
mitad poeta,
por no poder detener el tiempo
y por luchar contra la muerte
inútilmente
por no temer a la suerte
esquiva
por no guardar
el rastro de las horas
y los días
por no tener respuestas
a tantas preguntas repetidas
por no poder respirar
tan sólo por la herida
por ponerse de pie
en carne viva.
Mariano Ibeas
¿DE QUÉ TE SIRVE...?

¿De qué te sirve?
¿De qué sirve la experiencia?
De qué sirve la experiencia
de nacer,
si no vamos a nacer de nuevo?
De qué sirve la experiencia
de morir,
si no vamos a morir de nuevo.
¿De qué sirve, di...?
Mariano Ibeas, 19 / 09/ 2015
Recordando a Wislawa Szymborska
"Nada dos veces, en "La llamada del yeti", 1957
Y dedicado a Alberto Schommer y a José Hierro
ME OFREZCO, PARA SOÑAR...

De oficio, soñador.
El poeta se ofrece
desnudo para soñar;
por unas monedas
o quizás una sonrisa
te sueña un sueño,
sin más.
Sueña despierto,
no necesita dormirse:
apenas unas palabras
y el sueño
queda soñado,
instalado en la arena
frente al mar.
Mariano Ibeas 04/05/2014
DE MAR (Y FINAL)

114
Vacío estoy de ti,
de tu presencia
un vasto corazón desierto
que espera su condena
en los baldíos
y teme despertar
bajo la lluvia
que llegó
con nubes de tormenta
y en temblor de madrugada;
envuelta en el rocío y desplegada
está mi manta
que ofrece en su cobijo
un suave despertar
tras la jornada.
Mariano Ibeas
DE MAR

113
Ser como dioses
no esperamos menos de la vida
sembrado está el fruto
y en la herida mortal
en surco yace la semilla
no esperamos menos de la sangre
derramada
y del sudor
que de la tierra estéril
hace fértil sementera
y nace y crece con las últimas
tormentas
no esperamos menos de ti
cuando dijiste
“salió el sembrador a sembrar”
y no se perdieron todas las semillas:
pobre estirpe de Adán
y de Caín
vagando triste
“que no acierta su mano con la herida.”
Mariano Ibeas
DE MAR

112
Mi ojo no duerme
Mi ojo no duerme,
mira hacia dentro
explora sin cesar, inerte,
el universo frágil de las sombras;
en el umbral del sueño
registra incontinente
el reino de los muertos...
mi ojo gira
cada día con el sol
recoge la luz del exterior,
desde el gran vientre del cielo,
el ombligo solitario
le presta sus rayos más ardientes
y penetra luego
en la caverna en sombras
armado de su espada incandescente
nada se esconde a su
faro veloz y penetrante
dibuja en las paredes
las huellas del horror
y se retira mansamente
de nuevo a sorber la tenue luz de madrugada.
MARIANO IBEAS
DE MAR

111
¿Qué me traes, dolor?
¿No te cansas de venir
a visitarme?
Y sigo tus pasos quedos
en la tarde
y la punzada sutil
que me despierta
al fulgor de madrugada
no es menester reloj
y la hora dada
en punto me desvela;
hay que alentar la espera
alejar el tiempo,
arrojar contra el muro
los segundos
una vez y otra vez
y sin descanso enumerar los frutos:
una arruga más
la sombra ida,
el grito sin cesar
entre la herida...
¿Qué me traes, dolor?
Si no es la vida
llama presto a la muerte
y di que acierte
una vez tan solo
con su abrazo de guadaña.
Bailaremos los dos
el ritmo eterno.
Mariano Ibeas
DE MAR

110
Palabra
__ sombra de sombra __,
asombrada,
en las ondas del fluir eterno
__ vacío en el vacío __,
anonadado,
en el lento sinvivir
sintiendo
__ ciego entre ciegos__
buscando la salida
tentando las paredes,
arrastrando el fardo mortal
de su condena,
condenado a vivir
y a morir
sepultado en la palabra,
un vacío
entre dos silencios.
Mariano Ibeas
DE MAR

109
Rompe tu voz contra las sombras
olvida la razón
pregona tu locura
que la voz se quiebre entre las rocas
la palabra estallará despacio
como un fruto maduro
y repicará
más tarde
como aldaba
como un aldabón,
baldorro, picaporte,
como el badajo de campana
o la simandra, el simandrón,
el tronco seco que resuena en
la república monacal
de Monte Athos.
MARIANO IBEAS
DE MAR

108
Tengo muchas razones
para abandonar la esperanza
y sólo una para guardarla conmigo
celada
subsumida en el tiempo
semilla
retoño
yema turgente
flor rotunda
carpóforo
nuez cerebralmente perfecta
estallido al fin
hundida raíz
rizoma permanente,
brote
renuevo
tierno de nuevo
como amanecer de San Juan
tengo que sentarme para no desvanecer
tanta
belleza.
Mariano Ibeas
DE MAR

107
“Un verso más Dios mío y otro día”
Carlos Edmundo de Ory
Un día más
déjame vivir un día
que tengo que acordarme
del siguiente paso,
el único definitivo...
que tengo que vivir un tiempo
__ un tiempo mínimo,
un momento intenso __
como si fuese a morir
al día siguiente;
dame un día más
__ cual Sherezade __
que tengo que escribir
mi último verso.
Mariano Ibeas
DE MAR

106
“Si tuviera un caballo en vez
de una metáfora...."
Carlos Edmundo de Ory
Si tuviera un silencio
una vez en la vida
y un momento tan extenso
y luminoso
como el mar y sus algas,
no querría volar
más lejos...
tan sólo su presencia me bastara,
rompería en el polvo
la paz de los espejos
lanzaría muy lejos
el vaso en el vacío
llenaría de luz
los días y las noches...
si tuviera tal vez,
una vez,
un silencio largo y denso,
me perdería dentro
en medio de la nada;
nada
nada me turbaría,
ni siquiera la luz de amanecida
que cierra
la cancela de mis sueños.
Mariano Ibeas
DE MAR

105
El poeta no es justo
ni busca la justicia,
no quiere ser juez
ni parte
en ningún pleito,
ni siquiera testigo…
… pasaba por allí
y escribió al dictado
de sus ojos, o sus dedos,
o sus labios,
nunca al dictado de su conciencia;
no existiría la poesía
si el poeta fuese totalmente consciente
del desastre;
se romperían sus ojos
su boca desencajada no declararía
el horror;
el grito, ahogado en su garganta,
en una mueca terrible
lo sepultaría en sombras nuevamente,
el poeta se moriría despacio,
o de repente,
incapaz de cargar con semejante carga:
Sísifo, aplastado por la roca en su caída.
Mariano Ibeas
DE MAR

104
La turba de poetas
escribidores de sueños
se agazapa en las sombras
cruza el haz
y el envés de las hojas de
los árboles
y no les basta con
la raíz,
quieren el tronco y se van andando
por las ramas
incluso las cenizas son su heredad
manifiesta
no esperan siquiera
el esplendor del fuego
el resurgir imparable por una vez
cada año del sol en primavera;
lo aprovechan todo
como gusanos, virus o bacterias,
reciclan todo:
hojas caídas, tierra, humus,
aire, sombra, luz de atardecer,
nieve, lluvia inclemente, todo,
todo es materia y forma para los poetas,
todo, para la nada;
atormentadores de la palabra
y ninguna es suficiente,
una vez exprimida, sobada, retorcida,
se abandona en el sudario del papel,
en el sepulcro del cajón para mejores tiempos.
Lo quieren todo
conquistadores de lo inútil
lo innecesario
lo banal
lo no
lo
l
. (punto)
Y FINAL
Mariano Ibeas
DE MAR

103
Y cuando te vas
tu aliento me alimenta
y respiro en el eco de tu voz
y las huellas de tus pasos encaminan
mis pisadas
el calor de tus abrazos
me encierra de nuevo en los
algodones del sueño
y hay un vuelo de palomas
que me cercan
y encuentro más leve
el nuevo despertar.
Mariano Ibeas
DE MAR

102
Verdades como puños
"Al final una certeza, la mentira”
“O poeta é um fingidor”
"Y… qué es la verdad?
El poeta no busca la verdad
y, si la encuentra,
no la reconoce
porque no es brillante a veces
ni le agarra
en las entrañas;
el poeta no desprecia
tampoco la verdad
porque no gusta de poner
precio a las cosas,
porque
todo se le da por gracia
como un don
se repiten sin cesar las estaciones
los argumentos
y el poeta no ceja,
sigue impertérrito su curso
no indaga en la memoria;
... ha bebido en las aguas profundas del Leteo
y no quiere regresar.
Mariano Ibeas
DE MAR

101
Indefinible esencia
sombra de las cosas
sombra de la sombra
inexistencia
sólo temblor de haber sido
o haber podido ser
perdido en la nada
del no ser
indefinible esencia
Mariano Ibeas
DE MAR

100
Te vas
y me dejas
el rastro de tu piel
como culebra
en el hueco de la mano
y en la almohada
el vacío que llenó tu cuerpo
y en el alma
un triste sabor de madrugada
porque no sé
si volverás de nuevo
de nuevo a la costumbre
inhabitada
y al calor del lecho.
Mariano Ibeas
DE MAR...

99
Como un mendigo
ciego y solo
que mide su hambre
en el canto sonoro
del metal
de las monedas,
que encierra en sus silencios
el llanto del mar
tristemente adivinado
y en la noche
el rastro fugaz de las estrellas
yo también, sordo y mudo,
vendo mis palabras
al mejor postor...
y no espero nada a cambio .
Mariano Ibeas
DE MAR

98
Desnudo por la vida
como la piedra, como el árbol
como la niebla
cubres todos los rincones de tu ser
La medida exacta
de ti mismo es tu espacio limitado
dependiente,
no necesitas más
para agarrarte a la existencia
sin embargo, vistes
el ropaje de los sueños
y te crees único y necesario
de la carne de los dioses,
individual y separado de ti mismo;
te desdoblas en el espejo
y tu ilusión te lleva a creerte acreedor del cielo
otro traje a la medida
en el que no podrás entrar
sin desnudarte de ti mismo
Mariano Ibeas
DE MAR...

97
Lo uno, único
indisoluble,
__ materia de dioses __
ser en sí mismo
desde siempre
y para siempre,
ensimismado,
rompiendo
el molde de
anteriores existencias,
de posteriores vidas;
ese papel que dios
se reserva a sí mismo
es justamente el drama
de la existencia del hombre:
no cabemos dos en este mundo
el otro,
mi semejante, mi enemigo,
me roba la esencia...
y la existencia de dos dioses
no admite componendas.
Mariano Ibeas
DE MAR...

96
El uno, es único
inseparable de sí mismo
un imposible
necesitado de sí mismo para ser
por sí
esencia
ser sin tiempo
sin origen ni destino
el sino
cumplido en su misma esencialidad
ser esencia;
solo la existencia es humana
necesidad.
Mariano Ibeas
DE MAR

95
Compro mi vida
a plazos,
retazos de existencia,
extiendo sobre el suelo
mi cuerpo hecho pedazos,
veamos qué tenemos:
algunas piezas sueltas
salvadas del naufragio,
un balbuceo de palabras
inconexas,
apenas expresadas
y ya muertas,
un cargamento de
deseo insatisfecho y un edicto:
“condenado a muerte” _ dice _,
un torbellino de sueños
no cumplidos,
y una esperanza ciega
aún por estrenar,
por menudo quedan
algunos abrazos furtivos,
un amor que nació muerto,
y un disfraz de saltimbanqui,
_ ¿nada más?
_ nada más,
eso compro,
eso vendo, mi vida,
tan sin vivir
y ya vivida.
Mariano Ibeas
DE MAR...

94
Ser para la muerte
muerto en vida
Viva vive la herida que la suerte
te concedió
otra herida,
herida de la carne en carne viva,
carne de la carne,
sangre de la sangre...
entonces,
¿qué pretendes?
¿vivir siempre?
¿de dónde te vendrá la semilla
de la inmortalidad?
El árbol que fructifica
sobre la tapia del cementerio
no levanta su brazos
vanamente en el aire
entierra sus raíces en el humus
bebe de los muertos
y vive
y a sus frutos
llaman vida.
Mariano Ibeas
DE MAR...

93
Manera de hacer preguntas,
ignorando las respuestas,
lanzando contra el muro
las mismas
dudas de siempre,
las que no pudo responder
en su momento, ni el sacerdote
ni el oráculo
entonces te paseas,
triste y medio desnudo,
por la plaza del mercado,
oyes y te acercas al charlatán de feria:
__ respuestas, vendo respuestas,
respuestas para todo y para todos
sólo por cuatro monedas __
y te rascas los bolsillos y sólo encuentras
los tres sueldos miserables,
¡mi vida por una moneda!
la de Caronte, que te espera
a pie junto a la barca...
y no podrás pasar al otro lado
¡tan sólo por una moneda!
Mariano Ibeas
DE MAR...

92
Ojos abiertos de loco
o de poeta,
ojos desorbitados
por escudriñar más allá
de las sombras
por querer meter
el mundo entero
en unas cuencas vacías
por oír el canto nunca oído
de las sirenas
por escrutar en el aire
la vibración del viento entre las hojas
de los árboles
por pasear las yemas de los dedos
temblando
en los surcos secretos de la carne
y llevar prendido en los cabellos
una gota de rocío
y el abrazo del mar
y la ceniza de los huesos…
por no querer cerrar los ojos
ni traicionar el sueño
por acariciar las sombras
por alimentar las nieblas
por llamar a la tormenta
y convocar al rayo
por poner una gota de sangre
en el ara del altar
por acogerse a sagrado
y por aceptarlo todo
y amarlo todo
y no querer despertar.
Mariano Ibeas
DE MAR

91
Llega como la noche,
_ “no cuando tú quieres
sino cuando ella quiere”,
según el maestro Hierro, _
la esperas
la deseas
la llamas
gritas
que venga,
que venga siempre
a pastorear tus sueños
a desgranar tus días
lentamente…
y ella,
siempre esquiva,
se manifiesta cuando quiere,
luce
cuando duermes,
brilla
cuando el sol te ciega,
arde
cuando el frío retuerce tus entrañas,
llueve sobre el océano,
ama cuando tu odias
nace
cuando mueres…
Mariano Ibeas
DE MAR...

“La poesía va al encuentro de todos,
de los que creen necesitarla y de los que no…”
María Zambrano “Filosofía y poesía”
90
Mitad filósofo
mitad poeta,
por no poder detener el tiempo
y por luchar contra la muerte
inútilmente
por no temer a la suerte
esquiva
por no guardar
el rastro de las horas
y los días
por no tener respuestas
a tantas preguntas repetidas
por no poder
respirar
tan sólo por la herida
por ponerse de pie
en carne viva.
Mariano Ibeas