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DESDELDESVAN

BONJOUR TRISTESSE

Tengo que aprender del SOL

Tengo que aprender del SOL

 7.6.- Tengo que aprender del SOL

                                   A Candi


                    “esta luz que suscribo”
                            Roberto Sosa

         Tengo que aprender del sol
         que vivifica
         y de las sombras apacibles
         que invitan al reposo
         y al silencio de la siesta;
          esta luz que me hiere
         que guardo
         entre los parpados entornados
         me llega del invierno,
         de la llama dulce,
         de la ondulación del fuego,
         de los troncos de encina
         a la mansa luz estremecida
                                     en  la candela…

Mariano Ibeas Marzo de 2006

I have to learn from the sea

I have to learn from the sea

TENGO QUE APRENDER DEL MAR

Versión de Teresa Arbex en inglés (Nov, 11, 2023)

             May the sea fall asleep

            and so  the anguish that afflicts me.

                                   Clara Janés

I have to learn from the sea

that does not stop  in its tasks

and does not silence its rumor

of whispers  and groans

_ labor of accouchment

eternally reborn-

 I have to look for the signal

that marks its shores

and it never abandons

its attempt to be something else,

licking the sands, returning waves,

leaving traces of its ephemeral step.

 I have to be slowly

in the bitter taste

of the suns and the moons,

trembling in desires

silencing the storms,

caressing in peace

the spume of the days,

contemplating concentrated

on a point, the whole eternity.

 

            Mariano Ibeas February 2006 – Nov 2023

Tengo que aprender de la PIEDRA

Tengo que aprender de la PIEDRA

7. 5.- Tengo que aprender de la PIEDRA

                            (Dedicado a Teresa Arbex, que me traduce) 


                        “voy a intentar seguir buscando
                         la palabra perdida, la palabra justa,
                         secreto del amor divino-humano”
                                   María Zambrano
                           
         Tengo que aprender de la piedra
         multiplicada
         en la multitud de las arenas
         que devienen lentamente
         estrellas infinitas
         que cercan las orillas
         que se amansan despacio
         al roce del torrente
         y se hacen huella
         en torno a mis pies descalzos
         y que se posan luego
                   en el molde de fango
         en las arcillas
         y duermen
         el infinito sueño de los siglos
         para surgir del fondo
         del horno del volcán
         a levantar montañas…
         volver al agua,
                   al fuego, al aire
         eterno nacimiento
         misterio de la piedra
         que vive y muere
                   eternamente renacida.

                        Mariano Ibeas Febrero de 2006

Tengo que aprender del MAR

Tengo que aprender del MAR

7.- 4   Tengo que aprender del MAR    

                                    Dedicado a Candi

                        “que el mar se duerma
                        y se duerma la angustia
                        que me acosa”    Clara Janés


 Tengo que aprender del mar
         que no cesa en sus tareas...
         que no calla su rumor
         de murmullos y gemidos
         __ labores de parto
         eternamente renacidos __
         tengo que buscar la cerca
         que marca sus orillas
         y ya no ceja
         en su intento de ser más
         lamiendo las arenas
         devolviendo olas
         marcando huellas
         de su paso efímero…
         tengo que vivir despacio
         en el sabor amargo
         de  los soles y las lunas
         temblando en los deseos
         silenciando las tormentas
         acariciando en paz
         la espuma de los días
         contemplando
                   concentrado
         en un punto
                   toda la eternidad.

                                               Mariano Ibeas Febrero de 2006

TENGO QUE APRENDER DEL AGUA

TENGO QUE APRENDER DEL AGUA

"Tengo que aprender del agua"

Versión de Teresa Arbex en inglés

 

I Have to learn from water,

which finds its way among the stones

and thickens slowly in the

backwaters of the rivers,

that collects the sun in its mirrors

and caresses the reeds of the river bank

It can’t trace the course of its brio,

but it rises in thrilled mist

along the valley ant the hillside,

it spreads protective in the aural

dawn of the stone peaks…

I have to learn from still, calm and

Slow water,

That lives and vivifies us

And never dies, never, never.

            Traducción  28 de Octubre de 2023

Tengo que aprender del CIELO

Tengo que aprender del CIELO

7.- 3 Tengo que aprender del CIELO

                                   a Candi

 Tengo que aprender del cielo

que no se deja dominar por las estrellas

que se tiende tenso

por encima del mar

y las montañas

en un cobertor de brumas

y de sal

resplandeciente;

tengo que contar sus puntos

suspendidos

y sus caminos ciegos

en torno al laberinto

del horizonte en calma;

 tengo que buscar el fondo del fondo

más allá donde se pierden

las flechas de todos los deseos

y los sueños viejos

de mis ojos de niño:

 tengo que hartarme de mirar

hasta quedarme ciego

tengo que volver

de nuevo al paraíso

entrevisto  una vez más...

 

                        Mariano Ibeas  Febrero de 2006

Tengo que aprender del VIENTO

Tengo que aprender del VIENTO

7.13. Tengo que aprender del VIENTO

 

       Tengo que aprender del viento

       y de su carga  fuerte

        que doblega

        los juncos de la orilla

        pasa como el tiempo

        y no se queda

        tengo que aprender de la brisa de la tarde

        que vuelve las páginas del libro

        que alborota mis cabellos

        y me trae

        sonidos de balidos y de esquilas

        tengo que aprender del soplo fresco

en las mañanas y el olor de pan

recién cocido

tengo que aprender del soplo fuerte

en la cocina y el ulular de noche fría

tengo que esperar que el aire

aviente las hojas del otoño

disperse mis cenizas

y recuerde que una vez fui

y pasé mis lentos pasos caminante

por estos senderos polvorientos,

como brisa, como aire, como fuego…

 

Mariano Ibeas                                                           29 / 6 /2009

 

Tengo que aprender de la ARAÑA

Tengo que aprender de la ARAÑA

7.12. Tengo que aprender de la ARAÑA

 

                                   Tengo que aprender de la araña

y de su levedad aérea

        de su vuelo sutil en el vacío

__¡ y tan anclada a la tierra ¡__

        tengo que acechar su sueño

        y el lento agonizar del tiempo

mientras espera…

tengo que recuperar las gotas del rocío

en la mañana

y resistir la brisa

que azota entre las hierbas

tengo que saber trazar

en los caminos del aire

su  geometría textil, los surcos del arado

que labran lentamente

en el telar del aire

como un verso y otro verso

inédito poema

bustrofedón del aire

 

Mariano Ibeas                        29 / 6 /2009

Tengo que aprender del AGUA

Tengo que aprender del AGUA

7.1.- Tengo que aprender del AGUA

                                   a Candi

Tengo que aprender del agua

que busca su camino

entre las piedras

que se adensa lenta

en los remansos

que recoge el sol en sus espejos

que acaricia

los juncos de la orilla

que no sabe remontar el curso

de su brío

pero que se eleva

en niebla estremecida

por el valle y la ladera

que se extiende protectora

en el alba auroral

de las cumbres de piedra...

tengo que aprender del agua

quieta, mansa y lenta,

que vive y vivifica

y no muere nunca,

nunca, nunca.

                        Mariano Ibeas     Febrero de 2006

Tengo que aprender del PÁJARO

Tengo que aprender del PÁJARO

7.10. Tengo que aprender del PÁJARO

 

        Tengo que aprender del pájaro

y de su trajín de ramitas y de hierbas

        y su euforia desatada

tras la  luz de primavera…

tengo que aprender de su canto florido

y el generoso afán

de su corta descendencia

tengo que aprender de su resistencia al aire

de su ansia de azul

de su muerte súbita

del plomo en las  alas

y la brusca atracción desde la tierra

tengo que mirar desde el aire, leve

como en un espejo

y verlo todo y dominarlo todo

y no querer descender

desde lo alto…

 

Mariano Ibeas                                    29 / 6 /2009

 

Tengo que aprender de la HIERBA

7.9. Tengo que aprender de la HIERBA

 

        Tengo que aprender de la hierba

        y de su humilde mansedumbre

        que recibe generosa

el rocío en la mañana

y lo reparte en abundancia

        y del undoso movimiento

al beso suave de la brisa

tengo que aprender

        del amor del sueño

        que no teme le despertar una mañana

cubierta del blanco tul de escarcha

que se agosta

que muere y resucita

una vez y otra vez

a tapizar sin tregua

la dura costra de la tierra…

 

Mariano Ibeas   29/06/2009

HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES I

HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES I

 HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES I

          “Habría que hacer tantas presentaciones  de los otros muertos,

          que no acabaríamos nunca”.

                    (María Teresa León, “Memoria de la melancolía”)

 

¡Habría que hacer tantas presentaciones!

__ Aquí unos vivos, de este lado de la fosa.

__ Aquí unos muertos, del otro lado.

No se distinguen  hasta el alba

los vivos y los muertos.

Todos presentan al tiempo

el mismo rigor mortis,

el mismo silencio;

solo el pecho se levanta

si miramos con atención,

si prestamos nuestro oído atento

y recogemos el eco,

los estertores de la respiración,

el leve hormigueo bajo la piel,

como un murmullo,

como un temblor,

como el eco misterioso,

el muro tras el cual

se esconde la vida.

Hablemos de la herida,

del cuerpo segado,

partido en dos por la metralla

de los soldados de Alá o de Israel,

da lo mismo;

__ los dioses ni se inmutan,

los hombres batallan como siempre

en la misma tierra, santa para unos

maldita para todos__

vayamos al asunto

capital

al leve cosquilleo

del instante, el fogonazo,

el estallido, la explosión,

la muerte sementera,

reina sin duda,

cubre la tierra de cadáveres

y no hay donde esconderse:

tienes sed, tienes hambre, tienes miedo

tienes sueño…

Todo se te negará al instante:

Hay alguien empeñado

en no dejaros vivir en paz…

¿En nombre de quién?

¿En nombre de qué?

Quién contará los vivos

que se van

que huyen de su tierra y de su casa

que arrancan sus raíces,

que abandonan su cocina,

el salón y el lecho conyugal…?

¿Quién despedirá a los hijos de los padres,

quién juntará a los enamorados,

de un lado y otro de la frontera…

¿Quién contará los muertos

de un lado y de otro…?

Al soldado que ha empuñado las armas

y cree luchar por un ideal,

o un pedazo de tierra…

¿Quién le dará una respuesta

antes que su tiempo se acabe?

          No acabaríamos nunca…

                               Comenzado el 25/03/2022 Acabado el  23 / 10 /2023

MARÍA OTAL, MATERIA ESTÉRIL

MARÍA OTAL, MATERIA ESTÉRIL

Si quiero escribir un poema
necesito un instrumento,
una herramienta,
un trozo de carbón, un lápiz,
una pluma y tinta,
y mucho tiempo...
O al menos el necesario
para que cuajen las palabras,
para que se rindan
al ritmo y al sonsoneo del verso…
Mariano Ibeas, Sept. de 2023

EMILIO PEDRO GÓMEZ

Emilio Pedro Gómez

Emilio Pedro

Despedida        

Con la edad uno se siente inacabado.

 Juan Kruz Igerabe (Seudónimo)

 

Tras un sereno adiós

como una nieve lenta

diluyéndose

entre quienes me aman

que me lleve la tierra

de una sola vez

sin sobresaltos.

 

Que sea convertirse

en lo que nutre a las palabras

de transparente carne y hueso

y aprenda a leer de golpe

zurciendo abismo con abismo

un cielo en blanco.

 

Tal vez

morir sea despertar

hacia adentro del sueño

cerrar la cicatriz

de lo perdido.

 

 

(Dedicado a Áurea, que me lee)

MARGUERITE YOURCENAR

MARGUERITE YOURCENAR

"Nunca sabrás que tu alma viaja
Dulcemente refugiada en el fondo de mi corazón,
Y que nada, ni el tiempo ni la edad ni otros amores,
Impedirá que hayas existido.
Ahora la belleza del mundo toma tu rostro,
Se alimenta de tu dulzura y se engalana con tu claridad.
El lago pensativo al fondo del paisaje
Me vuelve a hablar de tu serenidad.
Los caminos que seguiste, hoy me señalan el mío,
Aunque jamás sabrás que te llevo conmigo
Como una lámpara de oro para alumbrarme el camino
Ni que tu voz aún traspasa mi alma.
Suave antorcha tus rayos, dulce hoguera tu espíritu;
Aún vives un poco porque yo te sobrevivo".

Marguerite Yourcenar

GABRIELA MISTRAL

GABRIELA MISTRAL

Besos
GABRIELA MISTRAL
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.
Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.
Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.
Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.
Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.
¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.
Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.
GABRIELA MISTRAL
PREMIO NOBEL 1945.
PRIMER Premio Nobel de Literatura para un autor latinoamericano.
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DULCE MARÍA LOYNAZ

DULCE MARÍA LOYNAZ

Quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras
DULCE MARÍA LOYNAZ

GIOCONDA BELLI

GIOCONDA BELLI

 

Poesía nicaragüense.
Tantas veces me he propuesto olvidarte
como si fueras un amante cruel de esos que le cierran a uno
la puerta en las narices
o uno de aquellos que cuanto más se aman
más olvido prodigan
pero nada de lo que hago lo consigue
viene el verdor la lluvia el viento
el revoloteo de los papeles en las calles
el roble derramando sus flores como cáscaras de seda en las aceras
el rostro del chavalo con el trapo
su sonrisa que cruza y trasciende la pobreza
viene el atardecer sobre el perfil puntiagudo del volcán a lo lejos
las nubes derramando pintura roja y púrpura sobre el cielo
el hablar deslenguado rápido juguetón de la gente
y todo lo que maldigo y desdigo de vos se me deshace
y me irrumpe el amor como si me corrieran caballos en el pecho
y te contemplo atravesada de ceibos y corteses
de madroños caobas y palmeras
y te amo patria de mis sueños y mis penas
y te llevo conmigo para lavarte las manchas en secreto
susurrarte esperanzas
y prometerte curas y encantos que te salven.
Palabras digo puesto que son ellas la argamasa de mi vida
y a punta de palabras te imagino una y otra vez renacida
genial, despojada de cuanta polilla te corroe día a día los
cimientos.
Arranco de tu pelo a los que te venden te roban y te abusan
te cuento cuentos en la esquina de mi almohada
te arropo y te tapo los ojos
para que no veas los verdugos que llegan a cortarte la cabeza.
Tierra
Paisaje
Yo moriré
Morirán mis angustias
pero vos seguirás
anclada en el mismo lugar
acurrucando mis memorias
y mis huesos.
Fotos: Manuel F. Minaya

 

GIOCONDA BELLI

Gioconda Belli, despojada de su nacionalidad y de sus bienes personales,
desde su segundo exilio, sigue luchando con sus armas...
Despatriada
No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Allá quedan mis libros
mi casa. El jardín, sus colibríes
las palmeras enormes
las apodadas Bismarck
por su aspecto imponente.
No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Hablar por los que callan
entender esas rabias
que no tienen remedio.
Se cerraron las puertas
dejé los muebles blancos
la terraza donde bailan volcanes a lo lejos
el lago con su piel fosforescente
la noche afuera y sus colorines trastocados
me fui con las palabras bajo el brazo
ellas son mi delito, mi pecado
ni Dios me haría tragármelas de nuevo.
Allí quedan mis perros Macondo y Caramelo
sus perfiles tan dulces
su amor desde las patas hasta el pelo.
Mi cama con el mosquitero
ese lugar donde cerrar los ojos
e imaginar que el mundo cambia
y obedece mis deseos.
No fue así. No fue así.
Mi futuro en la boca es lo que quiero
decir, decir el corazón, vomitar el asco y la ranura.
Queda mi ropa yerta en el ropero
mis zapatos mis paisajes del día y de la noche
el sofá donde escribo
las ventanas.
Me fui con mis palabras a la calle
las abrazo, las escojo
soy libre
aunque no tenga nada.
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LE PORT DE MYTILÈNE

LE PORT DE MYTILÈNE

Le port de Mytilène. Epigrama funerario.

 

__Passants, je me souviens de la nacelle qui berce

La mer et son velours. Je me souviens du soir

où, si fiere de moi-même et de l’heure splendide,

l’âme élargie, la vie sauvage et frissonante,

l’ampleur du ciel turquoise, les corps étincelants,

et l’ivresse de la peau et la niut si soyeuse,

á ce gouffre j’oubliai la vague amère du temps.

 

__ Passants, je me souviens du velours de la mer.

La vague de terre du temps a déchiré la soie.

Je ne reverrai plus le quai de Mytilène.

 

De Aurora Luque, "Un número infinito de veranos".