LA PIEL
GRITA EL VENCEJO
Grita el vencejo
grita el vencejo
mientras traza
en torno de la torre
su tela sutil cual las arañas
que atraparán mis sueños
tiembla en el aire
el último perfume
que no borrará las sombras
ni el perfil de los cerezos
cruza el umbral
de lacre derretido
del horizonte el sol:
un homenaje a la luz
que deposita en polvo
tras los visillos
los últimos
suspiros de la tarde.
Mariano Ibeas
CORRO Y LA VIDA ME PERSIGUE...
Corro y la vida me persigue...
II
... y encierro en un puño
mis deseos:
ser sólo un árbol
al borde del camino
vigilar las sombras
atrapando la luz
a ramas llenas,
beber ávido
en las raíces
el agua de nieve
generosa del invierno
acumular paciente
bajo la piel de la corteza
la crónica veloz
de las sequías,
las heridas del rayo
los desgarros del viento
y ofertar exuberante
tal vez
algunas flores o frutos,
o semillas,
la leña del hogar...
poder soñar tal vez
al borde del camino...
“dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra estéril
porque ésta ya no siente”
(Rubén Darío, “Lo fatal”,
Cantos de vida y esperanza)
Mariano Ibeas
CORRO Y LA VIDA ME PERSIGUE...
Corro y la vida me persigue
I
No imites la ceguera del río
que no conoce pausa.
(Clara Janés)
corro y la vida me persigue
¿ o es tal vez la muerte?
no puedo desatarme:
como en sueños
caigo vertiginoso
en lo hondo sin final
del tiempo,
en un túnel de luz
_ yo envuelto en sombras_
para cerrar de golpe
la puerta de los miedos
medito al despertar:
no ser
no vivir
no haber sido.
Mariano Ibeas
¿Y QUIÉN LE PONE PUERTAS...?
¿Y quién le pone puertas al bosque,
y a la niebla
y al viento?
No es posible embridar el pensamiento,
ni encerrar los sueños
en un odre viejo,
ni el mar se esconde
en un recodo de las rocas;
el bosque de palabras fluye
por la boca del volcán,
nueva tierra,
nueva vida
surge del fuego y de derrama
por la herida...
Mariano Ibeas
MILAGRO BUKOWSKI
MILAGRO BUKOWSKI
Dedicado a Pepe Montero, in memoriam...
Establecimiento de venta de nombre impronunciable, librería, sección de poesía. Repaso con la vista los lomos de los libros… por la B, de Benedetti, de Bécquer, de Bousoño, y me detengo:
Charles Bukowski,
“Escrutaba la locura, en busca de la palabra, el verso, la ruta”
Traducción de Eduardo Iriarte
Colección Visor de poesía.
Lo abro al azar, página 156.
A la altura del pulgar de mi mano izquierda leo un verso:
“escrutaba la locura, en busca de la palabra, el verso
la ruta,
a la espera de recibir un cheque de alguna parte
soñando con la cara de un gran editor.
“¡Chinaski, no sabes cuánto tiempo llevábamos esperándote!”
(Del poema: “Ni Shakespeare ni Mikel Spillane”)
Y cierro el libro.
¡No es posible! ¿Ha sido el azar, la casualidad la suerte, un milagro?
El milagro Bukowski
¿Sería capaz de repetirlo?
Lo intento otra vez, una vez más. Imposible.
Y, sin embargo, me gustaría creer en los milagros; creer y que alguien me creyese, o que creyese esta historia por ejemplo.
No pido ni siquiera que alguien me crea a mí.
Pero, por favor, ¡que alguien crea en Bukowski!
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Molino Indiano
"Muele que muele el trapiche
y en su moler, y en su moler
hasta la vida del hombre
muele también
Ataualpa Yupanqui
El viejo cauce tejido de juncos y espadañas
cela el río,
hay una sombra larga de chopos cabeceros
y un vacío:
Ya no canta
la vieja muela de caliza mal picada,
yace ociosa
acodada a la pared,
pende de la vigas vencidas del viejo cobertizo
sudario polvoriento en telarañas
y la puerta ya no cierra;
corre por la pared presurosa ya la hiedra,
tiempo ha que asaltó las tejas
que abrazó el sauce,
que cubrió de verde
el muro de la huerta...
no hay murmurar del agua
ni canto en las aceñas
se fue con las ultimas hojas
tras el soplo del cierzo;
ya no queda voz
ni eco en los cárcavos de piedra;
ya no muele el molino
ni canta en su rodar
la piedra.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
"Volverán las oscuras golondrinas..."
Gustavo Adolfo Bécquer
Un chiar de golondrinas me despierta
y un gallo cercano que amanece,
abro la ventana y crece
afanosa la luz por conquistar la alcoba,
sobre el pentagrama móvil
de los hilos del teléfono
columpian blancas y negras
sus notas
la canción de despedida;
al fondo viajan en tropel
__ o en desbandada __
mis recuerdos…
contemplo como en un espejo
tras los barrotes herrumbrosos
del balcón
el niño que fui algún día.
Terminó el verano
y todo suena a despedida.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Desde lo alto
Desde lo alto
del cerro
me alzo vertical
y trazo
con la vista un círculo;
soy el centro
de mí mismo,
y cierro alrededor
en laberinto
el horizonte en sombras;
en fértiles minutos
me cerco en soledad
me abismo.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Antonio tiene frío
_ “Ya soy viejo
y el frío me entece” _
Es Agosto
y toma el sol
una manta sobre las piernas,
sigue en el rincón
de la calleja
y mientras ve pasar la vida
lentamente.
No se queja,
el cuerpo nudoso resiste
bajo la corteza;
dice: ” Es el frío de la muerte” __
Un invierno más
y no lo cuenta, dice;
y sonríe ampliamente
tras su mellada dentadura.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
VI
FISCH MARKET
Rojo, de rojo violento
los toldos, los salmones
gambas,
huevas de salmón,
de arenque, de lumpo...
todo es aséptico
y moderno, congelado,
ahumado,
envasado al vacío.
Todo para turistas.
Todo rojo, el resto vacío.
Ni siquiera las sombras
de los viejos marinos
pueblan las esquinas:
se fueron con las lluvias,
dejaron colgados
los restos del naufragio
en las tiendas de anticuario;
se bebieron el sueldo
de las mareas de verano
en las últimas tabernas...
No regresan en paz
los huesos
bajo la hierba lujuriante
del cementerio...
pescado ahumado, congelado,
envasado al vacío...
no huele ni a a pescado
es carne, carne roja,
roja carnicería
de carne de ballena...
vacía, desierta la bahía.
Los sueños de los viejos marinos
no viajan ya
en alas de gaviotas,
se pudren en el fondo de los fiordos
bajo el aluvión temporal
de los turistas.
Bryggen/Bergen (Noruega)
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
V
KONG HAAKÓN 7
A los pies de la estatua del rey
Kong Haakon VII,
son las once y media
y no termina de ponerse el sol,
__ atardecer eterno
o ensayo de eternidad __
pero también mueren los reyes
vecinos del Círculo Polar...
Noruegos jóvenes,
marinos y turistas despistados
lanzan su adios al sol,
como si el tiempo
de pronto
se volviese eterno;
al abrigo de las dársenas
y los canales del viejo puerto,
sueñan las barcas;
asoman sus colores pastel
a las orillas
las casas de juguete de la liga
y un cierto sopor mediterráneo
lo inunda todo.
Todo en calma.
No hay ruidos, tan sólo los sonidos
pedregosos de la lengua
chocan contra las rocas...
El viejo fuerte de pizarras
lava al sol sus lajas de piedra,
el horizonte arde
en un resplandor de fragua
y no ceja el sol en su breve carrera;
las barcas escriben
pálidos renglones de espuma
en el cielo oscuro de las aguas,
la luz, la luz
en los cristales de todas las ventanas,
el aire en calma.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
IV
BRYGGEN - BERGEN
Bergen es la novia del mar
__ al norte del Norte __
Bergen, cerrada en laberinto,
abierta a los deseos,
última etapa en la ruta
errante de Teseo,
__ al Norte, siempre al Norte __
en alas de la bruma,
en brazos de las lluvias,
el arado de las quillas
traza el surco profundo
de su ser septentrional.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
III
TÍVOLI
Tívoli sonrie
con su cara amplia de payaso,
y sus labios refrotados de fresa y cal;
Tívoli es una isla
anclada en el corazón de la ciudad;
la ciudad duerme confiada,
mecida en el mar del tiempo
congelado de la infancia.
No pasa el tiempo.
Allí corren como siempre
los chiquillos
caballitos de cristal,
sombras chinescas de
los personajes del cuento:
__ Anderse soporta imperturbable
las fotos del turista __
títeres de cachiporra
y juegos de agua y luz,
cientos de niños gritadores,
nubes de algodón en dulce,
sonrisa beatífica de los mayores
y casitas de caramelo y chocolate;
estalla un globo y levanta
en vuelo de violines
a los gorriones del parque;
el payaso se cubre con la capa de la noche
y su risa, la risa de payaso,
como el parque,
no se cierra jamás.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
II COBENHAVN (o algo así)
Copenhague:
bibicletas,
bicicletas por doquier:
todo huele a bicicleta en Dinamarca.
Copenhague se despierta
bajo la lluvia;
la lluvia enciende
las ruedas;
bajo el impermeable gris,
las piernas de las muchachas
pedalean
incansables,
pedalean
en el aire gris,
en la piedra gris de los adoquines,
en el agua gris de los canales:
no hay espacio para los sueños;
Copenhague es gris.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
De los cuadernos del Norte
poco queda,
en realidad, sólo el recuerdo;
cuando vivir
es prioritario
no hay tiempo para más,
ni para otra cosa:
sólo respirar es necesario
para seguir viviendo;
sólo dormir
es necesario
para seguir soñando:
la calma viva del despertar
de cada día
es un rótulo intachable:
"aquí se vive
y nada más"
el resto __ si hay tiempo
y se dice bellamente __,
puede ser
alguna vez,
la poesía.
Mariano Ibeas
Y CONTINUAMOS...
El vaso derramado
"Esa que se nos pierde como el vaso que ahora
resbala ente los dedos, sobrios, del bebedor"
Juan Carlos Suñén
El vaso que resbala
entre los dedos temblorosos
del bebedor
lleva todas las lágrimas
nunca derramadas en el tiempo de la angustia,
lleva el nudo del miedo
en el esparto del dogal,
lleva un hijo muerto,
y la sombra eterna de sospechas
y miradas furtivas al espejo,
el vaso que contiene todos los fríos del invierno
tintinea y sus cristales
reflejan la frente sudorosa
y unos ojos perdidos, turbios,
que miran hacia dentro,
el vaso que resbala y cae al suelo
es una geografía extraña
en el desierto de baldosas
con mares y montañas
que se disuelven luego,
el hombre que flaquea y cae
junto al vaso,
por mucho que lo intenta,
no logra enterrar entre sus sombras
los últimos retazos de la tarde.
Mariano Ibeas
AHORA QUE LA MUERTE
Ahora que la muerte...
"que nos acompañen tranquilos,
felices, siempre - vivos,
nuestros muertos" (Gioconda Belli)
Ahora que la muerte
me acompaña
y tiembla a mi lado
su guadaña
aferrada fuertemente
a mis huesos,
abrazada como hiedra
al tronco viejo;
entre mis dedos leve
se desliza
con suma lentitud
el tiempo.
He querido a mi pesar
burlar su lazo
y engañarme también
en el intento:
no ceja de seguirme
y su abrazo
me espera a la vuelta
de la calle,
me ha tomado en la sombra
por el talle
y me invita a bailar
su ritmo eterno.
Mariano Ibeas
SURGIRÁ LA LUZ...
Surgirá la luz
de tus cenizas
y del polvo
el esplendor del fuego
de la piedra
el filo del cuchillo;
y el dolor
de no verte
en la distancia
hará nacer el amor
como un renuevo.
FELIZ NAVIDAD
Mariano Ibeas
QUIERO VIVIR...
"Imagen desnuda, visible, enormemente turbadora de aquel caminar sin fin, que había reducido la madera más dura a una red impalpable de precarias galerías" (George Pérec)
Quiero vivir
la gloria del gusano
que taladra la madera,
que navega en lo oscuro
de la entraña vegetal,
esculpiendo su propio panteón
desde dentro,
haciendo de alimentos su desecho,
xilófago tenaz,
termita intermitente;
no duerme satisfecho,
roe y roe incontinente
__ de la cuna a la sepultura __
cavando su ataúd,
excavando su propia tumba
desde dentro...
viva vida en el temblor del lecho
__ dura y madura la madera __
no hay vuelta a trás
ni giro en recoveco
no suena en la distancia la voz,
el eco de los pasos quedos
teniendo el horizonte
a la medida de su cuerpo:
longuilíneo discurso,
deambular estrecho
en pos de la materia
insatisfecho;
delante, la madera
la nada por detrás,
polvo y serrín
__ el vacío inmenso,
horizontal y seco,
de la materia dura __
y sólo la voluntad
de diluirse en la nada,
en una digestión eterna
de sí mismo;
hundirse sin cesar
en el abismo de materia
__ madre, madera, materia __
lenta escritura de carcoma
en renglones estrechos,
y al final,
bien satisfechos,
en el sillón frailuno
ver perderse en el vacío de repente
el escrito, el escritor
y el escritorio juntamente.
Mariano Ibeas (releyendo a Quevedo)