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ÓYEME COMO EL MAR ...

Óyeme como el mar
Para Ángela Serna...
por si quiere publicarlo en su blog.
“te quiero hiero”
C. Edmundo de Ory
Óyeme como el mar
de madrugada
amargo en mi dolor
de marejada
lábrame en las ondas
hondas sementeras
surca mi cuerpo entero
que espera
el arado de tus dedos,
el temblor
de tu mirada,
baja hasta mí despacio y siega
a manos llenas
las espigas,
abraza como en hoces
tus manadas,
átame con tu cuerpo
de vencejos
y no me dejes
no quiero amanecer
no puedo amanecerte
yerma.
Mariano Ibeas
LA LLAMADA ...

Respuesta :
A “La Llamada”
_ “¿Hacéis preguntas
_ El eco es la respuesta”
M.I.G.
Tu sombra que me acecha
y me ciñe a la cintura
penetra entre mis carnes
como un grito en el silencio.
No me des nada, déjame,
deja que pase la luz
más allá de los días.
No quiero tu sangre roja
sobre mi altar del sacrificio,
no te quiero ver inerte
abandonada en el abismo;
espero que me respondas
cuando te llame.
cuando desgrane una a una
las perlas de tu nombre.
Mariano Ibeas
(desde Barcelona)
LEJOS, MÁS LEJOS AÚN...
Lejos, Más Lejos Aún
“Vivir es alejarse”
(Leopoldo Mª Panero)
Lejos , más lejos aún...
__ la cuna queda lejos __
ni sabes ni te acuerdas,
prefieres mirar para otro lado
lejos de ti,
enajenado,
tentando con dedos vacilantes
los lados del camino
__esquirlas de tiempo
que saltaron del choque
de los días contra el muro __
ciego y mudo,
vacilante,
estatua de sal
puesta a camina
desafiando lluvias
y el viento que corroe los cristales
y el polvo de los siglos
encerrado en el becerro,
arrastrado en tolvaneras
envolviendo
la sangre en las cenizas
lejos de ti.
Mariano Ibeas
EL HACEDOR DE SOMBRAS...

El Hacedor De Sombras
Para Dorita Puig
El hacedor de sombras
no nace con el sol
de cada día,
no se esconde temeroso
entre los bosques,
no aguarda triste
el reparo de la noche,
no pasea su farol
por las paredes,
no penetra en el muro
de la cueva ni sospecha la existencia
de una puerta de salida,
no fija su mirada de cíclope
en la estela de las barcas,
no preside el vuelo
repentino de los pájaros,
teje su tela entre las hierbas
y espera,
paciente,
espera.
Mariano Ibeas
DEL DOLOR QUE SIENTO ...
Del Dolor Que Siento
“Glaçons de sang al fons
de la copa mes buída”
(Mª Mercé Marçal)
Del dolor
que siento de estar vivo
¿qué me queda?
apenas una llaga, una huella
en el filo mellado
de la espada
y el aliento suave de guadaña
en mi costado,
el brillo de sangre al sol
de la hoz
que reúne
las espigas
y el ardor del hielo
que me abrasa...
No quiero compasión
no busco la salida,
no quiero compartir
el desierto de los días:
no, no quiero compartir
¡una copa vacía!
Mariano Ibeas
EL DOLOR QUE ME ATENAZA ...

El Dolor Que Me Atenaza
"Dolor de ser tan diferent de tu”
María Merçé Marçal
El dolor que me atenaza y me corroe
levanta polvaredas
de luz,
lluvia de estrellas destellantes en la noche
y se desborda
en aguas torrenciales,
en cascada de lunas,
en centellear de soles;
aquí, a este lado del cerebro,
el dolor
también presente en nuestras noches
me separa de ti,
rebota en las paredes de la gruta
y no hace florecer
estalactita alguna,
se adensa en los charcos
ciegos y mudos de la espera
y no atiende
al florecer del día;
me distancia de ti
el alimento dulce del olvido
y no encuentro un gesto
comparable a tu presencia,
no quiero mitigar mi sed
con tus recuerdos;
el dolor que me ata a tus ausencias
se extiende por mis venas
como una medicina.
Dolor de ti
que me respira
que crece y se derrama
por la herida.
Mariano Ibeas
(De "La Piel" inédito)
MI AMOR SIN TASA (II)
Mi amor sin tasa II
(Segunda versión)
Mi amor sin tasa.
El lado oscuro de mi amor sin tasa.
El fuego que ilumina el lado oscuro de mi amor sin tasa.
La lluvia de los días que cae mansamente y que apaga el fuego que ilumina el lado oscuro de mi amor sin tasa.
La sed en el infierno de los años, que estremece el pulso de la lluvia de los días, que cae mansamente y que extingue el fuego del hogar, el que ilumina el lado oscuro de mi amor sin tasa.
La noche de mi amor que no conoce el resplandor del alba, que tiembla al frío y al infierno de los años, que estremece el pulso de la lluvia de los días, que apaga el fuego que ilumina el lado oscuro de mi amor sin tasa.
Mariano Ibeas
MI AMOR SIN TASA...

Mi Amor Sin Tasa
“El meu amor sense casa”
María Merçé Marçal
(Primera versión )
I
Mi amor sin tasa.
El lado oscuro de mi amor sin tasa.
El fuego que ilumina el lado oscuro de mi amor sin tasa.
La lluvia de los días que apaga los minutos de mi amor sin tasa.
El frío de los años y la lluvia de los días que reblandece los momentos de mi amor sin tasa...
Mariano Ibeas
MANES MANENT MARIANO...(II)
II
Recojo tus palabras: (aquí va una cita )
"Parece una historia fantástica, borgiana:
la historia de un escritor,
que tras de trabajar como un negro
por ubicarse en los límites de la historia,
que no de la “gloria”,
descubre al cabo de los años,
poco antes de morir,
que no ha escrito jamás,
porque no ha sido leído”
(J. María Leopoldo Panero)
Y tú
¿dónde te ubicas?
Ya sé que en los límites,
siempre al límite,
al filo de la navaja,
al borde de la razón,
en el lindero de la historia,
de la tuya, de tu particular historia:
limitas al Norte con Mondragón,
y al Sur con Tenerife,
y en medio, Madrid
__ Unamuno lo llamaría tu intrahistoria __
y al final, también como Unamuno,
en el vértigo del vacío
de la noluntad
de la no-gloria:
" because is different
to be alone than
to be lonely”
(Tercera cita de L.M.Panero)
Mariano Ibeas
MANES MANENT MARIANO...
Manes manent Mariano (I)
Manes manent Mariano...”
( Leopoldo María Panero)
Manes manent
los dioses permanecen,
los viejos dioses familiares
y también los demonios
familiares
y los ídolos de la tribu,
los lares y los penates,
también pululan por estos lares
__ es un consejo de poeta a poeta,
o de amigo a amigo, Leopoldo __
nadie tan cuerdo
en el fondo
y sin embargo, Panero,
admito tu consejo
que no era a mí dirigido,
por supuesto...
Tú y yo no nos conocemos,
lo más unas imágenes en sepia
o en movimiento,
viejos recuerdos de familia
__ la tuya por cierto __
porque de mí
¿tú qué sabes, Leopoldo María?
¿qué sabes tú de tus lectores?
***
Mariano Ibeas
TE VAS, TE ALEJAS...
Te vas
Para Dorita Puig, allí donde está.
Te vas
alegre con la fiesta
de espaldas
tu vestido blanco
se aleja despacio
en el bullicio de la gente
y en el fuego del crepúsculo
desaparece…
Yo te quise como mujer de Lot
resucitada
estatua de sal y de luz
atardecida
y te alejaste despacio:
no volviste nunca la mirada…
... y me dejaste con la herida.
07-05-07
Mariano Ibeas
NO LLORES MÁS

No llores más
“arden las pérdidas”
A. Gamoneda
No llores más
por lo perdido
__ y si el cántaro se rompió
en mil pedazos,
el agua fecundó
la tierra estéril __
no llores más por aquello que no fue
y que mereció haber sido.
No vuelvas ya la vista atrás_
la lluvia y las tormentas lamieron la sal
de la estatua de la mujer de Lot _
contemplas la luz que ya declina
¿y no querrás ver mañana
los “dedos rosados de la aurora”?
Vive ahora , construye tu morada, paso a paso,
__ por mucho que lo pienses no vas a añadir
un centímetro más a tu estatura__
y no marques los hitos con piedras del camino,
la sombra de los árboles te basta para medir
el tiempo y su usura.
Cúbrete con el manto de la noche
y no rehúses el abrazo de los sueños
_ al olmo seco y herido por el rayo
con las lluvias de abril y el sol de mayo __
tú que sabes de la miel y de la hiel
sírvete servirte:
una luz para tus ojos
unos labios para la sonrisa
unas palabras para tus versos ¿ y porqué no?
una copa y una mano aquí tendida.
Mariano Ibeas
AIMEZ-VOUS BRAHMS ?...
Aimez-vous Brahms?
Hoy la luz interior ...
En memoria de Ewa Jaworska
Poema a dos manos:
Hoy la luz interior (Versión Ewa Jaworska)
Hoy la luz que declina (Versión Mariano Ibeas)
se esconde entre las torres de piedra,
se estremece en las torres de piedra
en las sombras de las rocas
asombra entre los muros
que hacen el horizonte inalcanzable.
y el horizonte de piedra
Hoy la luz interior
Hoy la luz que adivina
no sabe cómo sacar de sí sus alegrías,
el nacimiento de la noche joven
perdida en el exterior
se pierde en los jirones
del tiempo y de las nubes.
del tiempo y de las nubes.
Hoy no sabe
Hoy no sabes
cómo encontrar la pared segura,
cómo hallar amparo ni reparo
marea en el borde del precipicio
que te amarre al borde del abismo
desde donde se interpreta
el lugar donde contemplas
el confinamiento de la locura.
el pozo de tu locura
Si un día bajaras,
Si un día quisieras
baja después de haber
contemplar de cerca los abismos
hecho todos los trueques,
abandona las monedas
acariciando la flor de olor desconocido,
y acaricia en sombras el rastro de un dios Pan
o la música de Orfeo en el fondo de tí mismo.
Baja acompañado por las infalibles sombras aguileñas,
Baja de la mano de las sombras
en el límite de seguridad,
y déjate llevar
allí, donde el paso rejonea
rumbo a lo desconocido,
ya sólo para retrasar.
y no temas despertar.
LUZ AZUL ( II )
SER LUZ (II)
Contrapoema dedicado a los empleados
de limpieza del Ayto. de Zaragoza.
Me acuerdo de Ángel Guinda...
Y digo:”ahí hay un poema
que me espera:
“Ser luz...”
y enseguida recuerdo la cita:
"Toda la luz del mundo”
ya tengo los comienzos:
“Ser luz...”
y los empleados de la empresa
de limpieza siguen barriendo
en las aceras.
Un cruce de calles en el “Actur”,
en la acera una mancha un tanto sospechosa:
aceite, gasolina, sangre quizás...
el río de automóviles fluye indiferente,
yo paso también
obediente a los semáforos,
y el empleado de Focsa,
un negro de riguroso negro resplandeciente,
con su chaleco reflectante
de seguridad,
hace de forma concienzuda
su trabajo.
Veo que ha cambiado de empresa:
SER LUZ
(SERvicio de
Limpieza Urgente Zaragoza)
... yo sigo mi camino,
y el empleado ¡ay!
siguió barriendo.
NOTA:
El último gusano de luz
es un teléfono con luz fría
en manos de cualquier adolescente...
y ha perdido toda su carga poética.
No tiene cobertura.
Mariano Ibeas
OTROS FANTASMAS...
Otros fantasmas (La maleta II)
Otros fantasmas
El de mi madre, por ejemplo,
Sus viejos cuadernos
De aplicada caligrafía
Y dibujos ingenuos
A lápices de colores…
Olores a humedad
A tiempo muerto y fijado
En la sin par geografía
Del fondo de mapa en la foto escolar
Infancia renacida
Muchos años antes
Antes de que nadie imaginase nada
Ni el futuro siquiera
Antes de la guerra
Y antes del fin
de sus sueños de muchacha…
Antes de su niñez perdida.
Mariano Ibeas
ABRO LA MALETA...
Abro la maleta
Abro la maleta,
la vieja maleta de cartón en el desván
y me saltan a la cara
los fantasmas de la infancia:
__ “ Colegio San Miguel" __
los cuadernos de Historia,
de Literatura ,
de Ciencias Naturales,
de Francés…
Método de Francés.
Dr. Albiñana Goussard,
catedrático del Instituto “Goya” de Zaragoza
Método de Latín “Le Petitmangin”
y un viejo misal del P. Nácar – Colunga…
Todo encerrado en el polvo
y en el silencio roto
por los gorriones y los vencejos.
Todo queda tan lejos
en el espacio y en el tiempo.
Algunos cromos de una colección de cromos,
__ ¿de qué?
__ Ni lo recuerdo.
y todo me parece tan lejano
tan triste
y tan viejo…
El viejo soy yo
y la maleta es el espejo.
Mariano Ibeas
EL VIEJO AFILADOR...
El viejo afilador
“El viejo afilador aparece cada invierno
y su llamada serpentea en el aire”
Carmen Borja
El viejo afilador
no sabe de lluvias,
tan sólo llega
cuando los trigos están floridos
de jébenes y amapolas;
su silbo agrio
se cierne en las laderas
_ apresta presto la rueda,
las piedras de esmeril,
la correa de cuero,
y pisa firme la palanca __
las hoces se declinan,
abandonan espeteras y vigas del desván,
castañetean las zoquetas;
lluvia de herrumbrey óxido de invierno
estalla en el infierno
de centellas de fuego;
ahorma dulce el filo
y un dedo con sigilo
acaricia el corte:
¡buena hoz gallega!
no descansarán,
si la piedra y Dios mediante
respetan los sembríos.
__ ¡Abuela, vengan las tijeras,
los cuchillos de cocina,
el cuchillo capador,
la segureja ...!
__ ¿Ay, hijo mío,
si al tiempo de matanza
regresarás de nuevo....
y el viejo afilador
empuja nuevamente su rueda de rodar,
hilando el filo blanco
y polvoriento,
lentamente,
de la carretera.
Mariano Ibeas
QUE NO TE CUENTEN CUENTOS...
Que no te cuenten cuentos
Que no te cuenten cuentos,
_ ya te lo advirtió León Felipe _
que no se aduerma tu voz
con cuentos
ni mentiras
de esas que dan a manos llenas
o que se sacan con trabajo
del fondo del bolsillo
como moneda de cobre,
como moneda caliente
que adormece la conciencia
y sabe a poco
en el estómago del pobre...
Que no te cuenten cuentos
en medio de la plaza,
ni los pregonen desde el foro
_ mirándote a los ojos, dicen,
leyéndolo en los labios, dicen _
nunca fue tan verdad tanta mentira
derramada
sobre las conciencias dormidas:
mentiras para la guerra,
para la paz, mentiras,
sólo el dolor y la muerte
son verdad.
Que no te cuenten cuentos:
cuenta los muertos y heridos
de las dos orillas,
¡Sólo las víctimas
son de verdad!
Mariano Ibeas
¿QUÉ POBRES, QUÉ TRISTES...
ºQué pobres, qué tristes...!
"Al fin una certeza: la mentira"
José Luis Piquero
I
¡Qué pobres, qué tristes mis palabras!
He sentido el dolor en mi costado
y el dolor estaba lejos;
he visto el horror presente
y el grito por la muerte
y por la vida derramada
y yo estaba lejos.
He buscado palabras
__ mis palabras __
para declarar lo que siento
y las palabras rebotan
como las piedras
contra el muro,
como pelotas golpean
en las paredes del cerebro,
no hay palabras:
intento masticar una palabra
y me la trago dentro.
¡Qué pobres, qué tristes las palabras!
Busco respuestas
y encuentro más y más preguntas
que resuenan como un eco:
¿quién?, ¿qué?, ¿por qué?
¿para qué?__ qui prodest __
me responde el vacío
y el silencio de la muerte.
He buscado mis lágrimas,
y mis ojos están secos,
y no puedo llorar ni gritar
desde tan lejos.
He buscado otra voz,
otra mirada de frente:
nadie me responde,
las miradas se cruzan en silencio
y callan.
Hay un silencio de vida detenida
__ de muerte presentida__
miles de voces en la calle
callan,
de vez en cuando aplauden
y por no poder decir
no dicen nada.
Mariano Ibeas
LAS LINEAS DE LA MANO
Las líneas de la mano
quiero recobrar
el hilo,
el hilo de la aguja,
que pasa bajo el puente;
quiero salir del laberinto
recorriendo lentamente
las líneas de tu mano
_ ahí encuentro mi futuro
en tu pasado _
unas me llevan
en volandas a la vida
otras en andas
de la muerte...
y hay una línea de sombras
que me advierte
que sólo es posible
huir hacia dentro,
siempre hacia dentro,
al centro de mí mismo...
quiero pilotar
la nave de tu mano
recobrando la línea del mar
y la del cielo
allí donde se junta
en horizonte
mi yo crepuscular.
Mariano Ibeas
TE IRÁS
Te irás
te irás
lejos de mí
y serás como el río
que no vuelve,
serás como manantial sereno
que da sin agotarse
la transparencia de sí mismo
y serás como el agua
que ajusta el cauce a sus orillas,
que duda
en los remansos
que se revuelve en remolinos,
que canta entre los cantos
y luego
ya vencidas y rotas
sus espumas
huye de repente,
fluye tal vez
y se acompasa
te irás
como el agua
dulcemente.
Mariano Ibeas
GRITA EL VENCEJO
Grita el vencejo
grita el vencejo
mientras traza
en torno de la torre
su tela sutil cual las arañas
que atraparán mis sueños
tiembla en el aire
el último perfume
que no borrará las sombras
ni el perfil de los cerezos
cruza el umbral
de lacre derretido
del horizonte el sol:
un homenaje a la luz
que deposita en polvo
tras los visillos
los últimos
suspiros de la tarde.
Mariano Ibeas
CORRO Y LA VIDA ME PERSIGUE...
Corro y la vida me persigue...
II
... y encierro en un puño
mis deseos:
ser sólo un árbol
al borde del camino
vigilar las sombras
atrapando la luz
a ramas llenas,
beber ávido
en las raíces
el agua de nieve
generosa del invierno
acumular paciente
bajo la piel de la corteza
la crónica veloz
de las sequías,
las heridas del rayo
los desgarros del viento
y ofertar exuberante
tal vez
algunas flores o frutos,
o semillas,
la leña del hogar...
poder soñar tal vez
al borde del camino...
“dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra estéril
porque ésta ya no siente”
(Rubén Darío, “Lo fatal”,
Cantos de vida y esperanza)
Mariano Ibeas
CORRO Y LA VIDA ME PERSIGUE...
Corro y la vida me persigue
I
No imites la ceguera del río
que no conoce pausa.
(Clara Janés)
corro y la vida me persigue
¿ o es tal vez la muerte?
no puedo desatarme:
como en sueños
caigo vertiginoso
en lo hondo sin final
del tiempo,
en un túnel de luz
_ yo envuelto en sombras_
para cerrar de golpe
la puerta de los miedos
medito al despertar:
no ser
no vivir
no haber sido.
Mariano Ibeas
¿Y QUIÉN LE PONE PUERTAS...?
¿Y quién le pone puertas al bosque,
y a la niebla
y al viento?
No es posible embridar el pensamiento,
ni encerrar los sueños
en un odre viejo,
ni el mar se esconde
en un recodo de las rocas;
el bosque de palabras fluye
por la boca del volcán,
nueva tierra,
nueva vida
surge del fuego y de derrama
por la herida...
Mariano Ibeas
MILAGRO BUKOWSKI
MILAGRO BUKOWSKI
Dedicado a Pepe Montero, in memoriam...
Establecimiento de venta de nombre impronunciable, librería, sección de poesía. Repaso con la vista los lomos de los libros… por la B, de Benedetti, de Bécquer, de Bousoño, y me detengo:
Charles Bukowski,
“Escrutaba la locura, en busca de la palabra, el verso, la ruta”
Traducción de Eduardo Iriarte
Colección Visor de poesía.
Lo abro al azar, página 156.
A la altura del pulgar de mi mano izquierda leo un verso:
“escrutaba la locura, en busca de la palabra, el verso
la ruta,
a la espera de recibir un cheque de alguna parte
soñando con la cara de un gran editor.
“¡Chinaski, no sabes cuánto tiempo llevábamos esperándote!”
(Del poema: “Ni Shakespeare ni Mikel Spillane”)
Y cierro el libro.
¡No es posible! ¿Ha sido el azar, la casualidad la suerte, un milagro?
El milagro Bukowski
¿Sería capaz de repetirlo?
Lo intento otra vez, una vez más. Imposible.
Y, sin embargo, me gustaría creer en los milagros; creer y que alguien me creyese, o que creyese esta historia por ejemplo.
No pido ni siquiera que alguien me crea a mí.
Pero, por favor, ¡que alguien crea en Bukowski!
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Molino Indiano
"Muele que muele el trapiche
y en su moler, y en su moler
hasta la vida del hombre
muele también
Ataualpa Yupanqui
El viejo cauce tejido de juncos y espadañas
cela el río,
hay una sombra larga de chopos cabeceros
y un vacío:
Ya no canta
la vieja muela de caliza mal picada,
yace ociosa
acodada a la pared,
pende de la vigas vencidas del viejo cobertizo
sudario polvoriento en telarañas
y la puerta ya no cierra;
corre por la pared presurosa ya la hiedra,
tiempo ha que asaltó las tejas
que abrazó el sauce,
que cubrió de verde
el muro de la huerta...
no hay murmurar del agua
ni canto en las aceñas
se fue con las ultimas hojas
tras el soplo del cierzo;
ya no queda voz
ni eco en los cárcavos de piedra;
ya no muele el molino
ni canta en su rodar
la piedra.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
"Volverán las oscuras golondrinas..."
Gustavo Adolfo Bécquer
Un chiar de golondrinas me despierta
y un gallo cercano que amanece,
abro la ventana y crece
afanosa la luz por conquistar la alcoba,
sobre el pentagrama móvil
de los hilos del teléfono
columpian blancas y negras
sus notas
la canción de despedida;
al fondo viajan en tropel
__ o en desbandada __
mis recuerdos…
contemplo como en un espejo
tras los barrotes herrumbrosos
del balcón
el niño que fui algún día.
Terminó el verano
y todo suena a despedida.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Desde lo alto
Desde lo alto
del cerro
me alzo vertical
y trazo
con la vista un círculo;
soy el centro
de mí mismo,
y cierro alrededor
en laberinto
el horizonte en sombras;
en fértiles minutos
me cerco en soledad
me abismo.
Mariano Ibeas
ALTERVITA
Antonio tiene frío
_ “Ya soy viejo
y el frío me entece” _
Es Agosto
y toma el sol
una manta sobre las piernas,
sigue en el rincón
de la calleja
y mientras ve pasar la vida
lentamente.
No se queja,
el cuerpo nudoso resiste
bajo la corteza;
dice: ” Es el frío de la muerte” __
Un invierno más
y no lo cuenta, dice;
y sonríe ampliamente
tras su mellada dentadura.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
VI
FISCH MARKET
Rojo, de rojo violento
los toldos, los salmones
gambas,
huevas de salmón,
de arenque, de lumpo...
todo es aséptico
y moderno, congelado,
ahumado,
envasado al vacío.
Todo para turistas.
Todo rojo, el resto vacío.
Ni siquiera las sombras
de los viejos marinos
pueblan las esquinas:
se fueron con las lluvias,
dejaron colgados
los restos del naufragio
en las tiendas de anticuario;
se bebieron el sueldo
de las mareas de verano
en las últimas tabernas...
No regresan en paz
los huesos
bajo la hierba lujuriante
del cementerio...
pescado ahumado, congelado,
envasado al vacío...
no huele ni a a pescado
es carne, carne roja,
roja carnicería
de carne de ballena...
vacía, desierta la bahía.
Los sueños de los viejos marinos
no viajan ya
en alas de gaviotas,
se pudren en el fondo de los fiordos
bajo el aluvión temporal
de los turistas.
Bryggen/Bergen (Noruega)
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
V
KONG HAAKÓN 7
A los pies de la estatua del rey
Kong Haakon VII,
son las once y media
y no termina de ponerse el sol,
__ atardecer eterno
o ensayo de eternidad __
pero también mueren los reyes
vecinos del Círculo Polar...
Noruegos jóvenes,
marinos y turistas despistados
lanzan su adios al sol,
como si el tiempo
de pronto
se volviese eterno;
al abrigo de las dársenas
y los canales del viejo puerto,
sueñan las barcas;
asoman sus colores pastel
a las orillas
las casas de juguete de la liga
y un cierto sopor mediterráneo
lo inunda todo.
Todo en calma.
No hay ruidos, tan sólo los sonidos
pedregosos de la lengua
chocan contra las rocas...
El viejo fuerte de pizarras
lava al sol sus lajas de piedra,
el horizonte arde
en un resplandor de fragua
y no ceja el sol en su breve carrera;
las barcas escriben
pálidos renglones de espuma
en el cielo oscuro de las aguas,
la luz, la luz
en los cristales de todas las ventanas,
el aire en calma.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
IV
BRYGGEN - BERGEN
Bergen es la novia del mar
__ al norte del Norte __
Bergen, cerrada en laberinto,
abierta a los deseos,
última etapa en la ruta
errante de Teseo,
__ al Norte, siempre al Norte __
en alas de la bruma,
en brazos de las lluvias,
el arado de las quillas
traza el surco profundo
de su ser septentrional.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
III
TÍVOLI
Tívoli sonrie
con su cara amplia de payaso,
y sus labios refrotados de fresa y cal;
Tívoli es una isla
anclada en el corazón de la ciudad;
la ciudad duerme confiada,
mecida en el mar del tiempo
congelado de la infancia.
No pasa el tiempo.
Allí corren como siempre
los chiquillos
caballitos de cristal,
sombras chinescas de
los personajes del cuento:
__ Anderse soporta imperturbable
las fotos del turista __
títeres de cachiporra
y juegos de agua y luz,
cientos de niños gritadores,
nubes de algodón en dulce,
sonrisa beatífica de los mayores
y casitas de caramelo y chocolate;
estalla un globo y levanta
en vuelo de violines
a los gorriones del parque;
el payaso se cubre con la capa de la noche
y su risa, la risa de payaso,
como el parque,
no se cierra jamás.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
II COBENHAVN (o algo así)
Copenhague:
bibicletas,
bicicletas por doquier:
todo huele a bicicleta en Dinamarca.
Copenhague se despierta
bajo la lluvia;
la lluvia enciende
las ruedas;
bajo el impermeable gris,
las piernas de las muchachas
pedalean
incansables,
pedalean
en el aire gris,
en la piedra gris de los adoquines,
en el agua gris de los canales:
no hay espacio para los sueños;
Copenhague es gris.
Mariano Ibeas
DE LOS CUADERNOS DEL NORTE
De los cuadernos del Norte
poco queda,
en realidad, sólo el recuerdo;
cuando vivir
es prioritario
no hay tiempo para más,
ni para otra cosa:
sólo respirar es necesario
para seguir viviendo;
sólo dormir
es necesario
para seguir soñando:
la calma viva del despertar
de cada día
es un rótulo intachable:
"aquí se vive
y nada más"
el resto __ si hay tiempo
y se dice bellamente __,
puede ser
alguna vez,
la poesía.
Mariano Ibeas
Y CONTINUAMOS...
El vaso derramado
"Esa que se nos pierde como el vaso que ahora
resbala ente los dedos, sobrios, del bebedor"
Juan Carlos Suñén
El vaso que resbala
entre los dedos temblorosos
del bebedor
lleva todas las lágrimas
nunca derramadas en el tiempo de la angustia,
lleva el nudo del miedo
en el esparto del dogal,
lleva un hijo muerto,
y la sombra eterna de sospechas
y miradas furtivas al espejo,
el vaso que contiene todos los fríos del invierno
tintinea y sus cristales
reflejan la frente sudorosa
y unos ojos perdidos, turbios,
que miran hacia dentro,
el vaso que resbala y cae al suelo
es una geografía extraña
en el desierto de baldosas
con mares y montañas
que se disuelven luego,
el hombre que flaquea y cae
junto al vaso,
por mucho que lo intenta,
no logra enterrar entre sus sombras
los últimos retazos de la tarde.
Mariano Ibeas
AHORA QUE LA MUERTE
Ahora que la muerte...
"que nos acompañen tranquilos,
felices, siempre - vivos,
nuestros muertos" (Gioconda Belli)
Ahora que la muerte
me acompaña
y tiembla a mi lado
su guadaña
aferrada fuertemente
a mis huesos,
abrazada como hiedra
al tronco viejo;
entre mis dedos leve
se desliza
con suma lentitud
el tiempo.
He querido a mi pesar
burlar su lazo
y engañarme también
en el intento:
no ceja de seguirme
y su abrazo
me espera a la vuelta
de la calle,
me ha tomado en la sombra
por el talle
y me invita a bailar
su ritmo eterno.
Mariano Ibeas
SURGIRÁ LA LUZ...
Surgirá la luz
de tus cenizas
y del polvo
el esplendor del fuego
de la piedra
el filo del cuchillo;
y el dolor
de no verte
en la distancia
hará nacer el amor
como un renuevo.
FELIZ NAVIDAD
Mariano Ibeas
QUIERO VIVIR...
"Imagen desnuda, visible, enormemente turbadora de aquel caminar sin fin, que había reducido la madera más dura a una red impalpable de precarias galerías" (George Pérec)
Quiero vivir
la gloria del gusano
que taladra la madera,
que navega en lo oscuro
de la entraña vegetal,
esculpiendo su propio panteón
desde dentro,
haciendo de alimentos su desecho,
xilófago tenaz,
termita intermitente;
no duerme satisfecho,
roe y roe incontinente
__ de la cuna a la sepultura __
cavando su ataúd,
excavando su propia tumba
desde dentro...
viva vida en el temblor del lecho
__ dura y madura la madera __
no hay vuelta a trás
ni giro en recoveco
no suena en la distancia la voz,
el eco de los pasos quedos
teniendo el horizonte
a la medida de su cuerpo:
longuilíneo discurso,
deambular estrecho
en pos de la materia
insatisfecho;
delante, la madera
la nada por detrás,
polvo y serrín
__ el vacío inmenso,
horizontal y seco,
de la materia dura __
y sólo la voluntad
de diluirse en la nada,
en una digestión eterna
de sí mismo;
hundirse sin cesar
en el abismo de materia
__ madre, madera, materia __
lenta escritura de carcoma
en renglones estrechos,
y al final,
bien satisfechos,
en el sillón frailuno
ver perderse en el vacío de repente
el escrito, el escritor
y el escritorio juntamente.
Mariano Ibeas (releyendo a Quevedo)
LA PIEL
LA PIEL