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AUTOMORIBUNDIA

PAPELES PERDIDOS...

PAPELES PERDIDOS

PAPELES PERDIDOS

Yo no fui nunca

 

Yo no fui nunca a Perpignan

ni siquiera a Paris

para ver "El último tango

en París"

y ahora

María Schenider se me ha muerto

en París...

Ya no queda nadie,

casi nadie,

de los míos de entonces:

Serge, Françoise, Alain, Marie, Jane, Jacques...,

Gainsbourg, Dorléac, Delon, Schneider,

Birkin, Dutronc...,

ni siquiera la voz rota de George, Charles,

Serge, Juliette, Ives

se fueron los dioses y las diosas de negro

en blanco y negro

Brassens, Aznavour, Reggiani, Grecco, Montand

el mundo en blanco y negro

otra vez Charles, Edith, Léo, Jean...,

Trenet, Piaf, Ferré, Ferrat

y el gran belga "du plat pays"

bajo el cielo gris,

              el mundo se me ha vuelto gris.

 

Mariano Ibeas

 

CUADERNOS DE NORTE

CUADERNOS DE NORTE

CUADERNOS DEL NORTE

Los que emigran del Sur

al Norte,

como los gansos

o las grullas

al final del invierno...

los que no tiene nada

que perder

porque lo han perdido

todo,

los que  buscan un sueño

en el país de Andersen

o de Perrault,

los que viven y mueren en el Mediterráneo

sueñan con el cielo

del norte,

que siempre es gris.

 

Mariano Ibeas  24 / 07 /2023

"PAISAJE" DE OCTAVIO PAZ

"PAISAJE" DE OCTAVIO PAZ

"Los insectos atareados,
los caballos color de sol,
los burros color de nube,
las nubes, rocas enormes que no pesan,
los montes como cielos desplomados,
la manada de árboles bebiendo en el arroyo,
todos están ahí, dichosos en su estar,
frente a nosotros que no estamos,
comidos por la rabia, por el odio,
por el amor comidos, por la muerte".

Octavio Paz | Paisaje

8.- CUÁN PROFUNDO ES TU AMOR

8.- CUÁN PROFUNDO ES TU AMOR

8.- CUÁN PROFUNDO ES TU AMOR

          “Cuán profundo es tu amor, realmente quiero aprender, porque           estamos viviendo en un mundo de tontos, rompiéndonos”.

                    ( Elvira Lindo, A corazón abierto”.

 

Si el amor fuese como el viento

me gustaría sentirlo pasar;

quiero esperar

la brisa de la tarde,

la caricia elemental

de las hojas de los árboles

del paso silencioso de las sombras

por el tronco del olivo

el discurrir de las nubes que declinan,

que dibujan un momento las formas

elementales de un pájaro,

y luego ya se van.

Quiero establecer en el aire

la ruta de los pájaros

el canto del arroyo

la queja lastimera de la rama

desgajada por el peso de la nieve;

todo ello

ahora son recuerdos:

¿lo he visto o lo he soñado?

No lo sé.

En mi memoria apenas quedan huellas

del paso de los días

del sueño o la vigilia

del cuento y del susurro.

Me lo dijiste una vez,

Y yo me dije:

No lo olvidaré.

Y ahora que quiero afianzar los recuerdos,

para que no se borren

del presente,

vuelvo la mirada

al pasado ya pasado:

somos tontos por no vivir,

por no haber vivido en su momento

y ahora

lo que queda son los legajos

polvorientos del recuerdo

y eso no es vida

no es vivir…

                              Mariano Ibeas 15/10/2021

7.- ESTOY CANSADA DE HILARME

7.- ESTOY CANSADA DE HILARME

7.- ESTOY CANSADA DE HILARME

          “Estoy cansada de hilarme hacia la muerte”.

                    (María Teresa León, “Memoria de la melancolía”)

 

Me extiendo como le hilo en el telar

voy y vuelvo tendiendo la urdimbre

enhebro la naveta

y vuelvo a empezar  la labor de siglos:

hilo para la muerte…

No sé si al final del ovillo

encontraré algo,

siquiera un signo de esperanza.

Al final no hay nada

sólo una nueva madeja

un volver a empezar.

Voy y vengo

como el mar a conquistar

una porción de las arenas

una roca que se opone a mi fuerza

de destrucción

Tiempo al tiempo

me fundiré con ella

no hay prisa, yo no cuento

las horas ni los segundos

No me afectan ni las luces ni las sombras

el desfile de la luna

la cuenta de años y estaciones:

tengo el orgullo del que pacienta

como el pastor con su rebaño

viendo las nubes pasar…

Soy el que se sienta

el que no le importa esperar, el que sabe

que al final ganará la partida

¡Jaque mate…!

Y vuelta a empezar…

 

Mariano Ibeas... 18/08/ 2021

CACHE CACHE CIGUË

CACHE CACHE CIGUË

"Cache-cache ciguë"  (“Escondite con cicuta”)

Françoise Lison-Leroy 

 

Cerraste la pesada puerta /  tras

mis manos / tatuaste mi edad / mis

pasos de escolar / mis armaduras / y en este

patio cuadrado / aprendo a volar algunos sueños /

a sollozar sin ruido ni pañuelo / a contar

los cuadrados de todas nuestras batas

 

sin ternura / vuestras siluetas vigilan

nuestros juegos / espían nuestras cartas falsas / no

dormir / no ceder / rapiñar y rapiñar todavía /

mil instantes / sola a sola con nada / hay que

remontar la rampa / hacer  crujir la escala de madera

el parquet / para sentir el propio peso

 

asentarse sobre un trono / y cada una

os saluda / sorberse las risas / los perfumes

culpables / y desgarrar el rojo / de algunas mejillas

demasiado sonrosadas / cuánto daríais / por ver

nuestras frentes  humilladas / nuestras certidumbres calcinadas

 

el silencio es la norma / abordamos

el día siguiente / entre tostadas y lecciones /

las mesas sin salida / los cráteres /

candáis nuestros dientes / el pan demasiado frío me

abofetea / cintura / hay que destripar al culpable

6.- HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES

6.- HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES

6.- HABRÍA QUE HACER TANTAS PRESENTACIONES

          “Habria que hacer tantas presentaciones  de los otros muertos,     que no acabaríamos nunca”.

                    (María Teresa León, “Memoria de la melancolía”)

 

¿Por dónde quieres que empecemos?

¿Quién encabeza el libro?

Hijo de, hijo de, hijo de…

Y todos han desaparecido,

Desapareció también el libro,

donde estaban escritos para la eternidad;

ni siquiera los que recordaban

y recitaban enormes letanías,

los que desgranaban mansamente

los nombres de los muertos

los llantos de los hijos y las viudas,

los que contaban con los dedos

y las cuentas del rosario

los que murmuraban entre sueños

se han callado…

Se rompió el cordel,

se dispersaron las cuentas

y ya no hubo modo de recuperar los nombres.

Todos fueron olvidados

y ya no hubo cuenta atrás

simplemente un vacío en la memora,

un ictus del corazón…

Se incendió la biblioteca

que guardaba las últimas huellas

bajo tinta y polvo.

Mataron a los últimos guardianes

que abrían y cerraban las puertas,

los guardianes de los sellos,

los celadores del silencio,

Y a los santos varones

que atesoraban los frutos en la memoria

se fueron muriendo consumidos,

nadie quedó para leerlos

se quemaron los rollos y los pergaminos.

Alguien dijo: volvamos a empezar,

partamos de cero,

volvamos a los inicios…

Y el tiempo echó a rodar de nuevo en los desiertos

Se abrieron las zanjas

y de la memoria extinta

sólo quedaban unos huesos .

 

Mariano Ibeas 18/08/2021

5.- QUÉ TENEMOS QUE VER NOSOTROS

5.- QUÉ TENEMOS QUE VER NOSOTROS

5.- QUÉ TENEMOS QUE VER NOSOTROS

          “Qué tenemos que ver nosotros con los cementerios  de los países donde vivimos.”

                    (María Teresa León, “Memoria de la melancolía”)

Estos muertos no son mis muertos:

de ellos no queda

ni memoria estremecida,

ni huella siquiera de su paso:

pasan al reino de las sombras

pasaron al otro lado

de la existencia,

nadie los conoce

ni los reconoce como suyos,

nadie los reclama;

pasaron del ser al no ser

al polvo y la ceniza

a la pudrición

y alimento de gusanos,

se vuelven de nuevo

fecundos con las lluvias;

se dejaron penetrar de las raíces

del sol y el polvo

de la cal de los huesos

del humus al humo del incendio

no son, ni están:

nadie les espera

a este lado de la orilla

a la ribera

aquellos que hablaban de resurrección

también perdieron su voz y su palabra

están sordos y mudos

cuando se les pregunta:

no saben ni contestan,

están muertos.

 

Mariano Ibeas Gutiérrez 18/08/2021

ESTOY CANSADA DE NO SABER

ESTOY CANSADA DE NO SABER

4.- ESTOY CANSADA DE NO SABER

          “Estoy cansada de no saber dónde morirme. Esa es la mayor           tristeza del emigrado”.

                    (María Teresa León, “Memoria de la melancolía”)

 

Por eso te mueres un poco,

cada día, sin saberlo,

sin darte cuenta,

inexorablemente,

fundiendo los días y las horas

en un fluir continuo hacia la muerte.

Suerte líquida:

Desde que te levantas

hasta que te acuestas estás muriendo,

inexorablemente,

el sueño y la vigilia

no entran en línea de cuenta,

una muesca en la memoria…

De la materia de los sueños es la muerte

nadie te empuja,

nadie te espera al despertar,

los restos de la noche,

los restos del naufragio,

desaparecen con la ducha mañanera,

sudor y dolor, duelos y quebrantos,

células muertas, cabellos,

sudor y polvo de los días

todo te conduce

hacia la tierra;

es la gravedad de un fardo

inaguantable

que te dobla la espalda,

que te quiebra.

 

Y mientras te lavabas

te ibas deslizando

suavemente

por el desagüe:

ese eres tú,

¿y qué esperabas?

todo tú desapareciendo

a borbotones

por el sumidero del lavabo:

mocos y semen,

sangre sudor y lágrimas…

 

Mariano Ibeas        18/08/2021

 

QUANT AUX MORTS

QUANT AUX MORTS

3.- QUANT AUX MORTS

          “En cuanto a los muertos, siempre he creído que para ellos los           muertos somos nosotros. Ellos se han reunido con los vivos,           después de esta absurda excursión por la casi vida”.

                              (Laurence Durrel, “Justine”)

Los muerto sois vosotros,

que os creéis vivos,

ellos tienen las certezas

y la verdad última de las cosas

vosotros sois la herrumbre,

el cardenillo,

la usura del vivir

la derrota del tiempo ido,

y no se os da un punto de reposo

para mirar atrás

para desandar lo andado

para retomar el camino

que se  bifurca a vuestra espalda

no hay ya tiempo de retomar el tiempo

de recorrer los viejos senderos

de abrevar en los arroyos,

el tiempo ya paso,

 es tiempo ido…

 

De nada sirve llorar,

las lágrimas no quebrantan las piedras,

no alimentan las fuentes

ni hacen crecer el trigo…

Basta ya, se acabo el tiempo

tuviste ya tu suerte

en la mesa del azar__ negro, impar y pasa__

echaste a rodar los dados

 

Y has perdido.

 

Mariano Ibeas        18/08/2021

CON MINÚSCULA

CON MINÚSCULA

CON MINÚSCULA.

 

                    “He borrado a mi dios de la memoria”

 

He  borrado a mi dios

de la memoria:

__ finis, se acabó__.

Lo he desheredado

ya no lo tengo

no es mío,

se acabó el contrato de propiedad

el convenio a raíz de la costumbre:

no forma parte

del atardecer cuando el día reclina

y el hombre que se inclina teme a las sombras

o la mañana al despertar…

Arrumbado en un rincón

como los trastos viejos, inútil e inservible

__ ya no me sirves, dije,

ya no serás mi esclavo__

no necesito de tu domesticación

como amo,

ni de tus servicios como esclavo:

ya no me sirves, ni te sirvo…

Ya no me sirves,

no te tendré en mis dominios

no estarás en mis altares

ni presente en las libaciones

ni en los sacrificios

ya no serás el espíritu protector

el lar, el penate:

el pacto de familia se acabó,

rompióse la alianza

sellada con la sangre

__ estás muerto y olvidado__.

Y ya lo sabes.

Ninguna lápida guarda en su relieve

el nombre y las fechas

más allá de la tercera

generación,

todo se remite al polvo, al agua y la ceniza

y al futuro del barro,

y la rueda comienza otra vez.

En el desván de los trastos

viejos, en la espera

del armario no guardes la esperanza.

Ya no volverás a mí

y a mis altares

floridas primaveras,

no serás__ quizás nunca lo fuiste__

la raíz y la razón

de mi existencia.

Yo, hombre, pasión inútil, gusano miserable,

un día creí soñar

con un mundo de sombras,

de santos, ángeles y aparecidos

y ahí no estabas tú,

tampoco.

 

                    Mariano Ibeas                   17/07/2021

KU

KU

KU

El humo, el vacío,

todo lo devoró el tiempo

y el espacio

y no quedó nada,

ni donde caerse muerto.

El tiempo fue

un tiempo ido,

una eternidad inútil

malgastada

en fuegos de artificio:

contando los segundos

un latido, un suspiro

un discurso de la sangre

un fuelle henchido que resopla

y sopla entre las brasas,

que enrojece los carbones

__ y eso era la vida, decían__

Y eso era la muerte, decían:

cuando los fuegos se apagan.

Vivir era un espacio

Entre dos ríos, una montaña,

un valle, una llanura sin relieve

que hay que recorrer

quieras o no quieras.

La vida fue un tiempo

En una infinitud de espacios

y a eso le llamaron

morir

llenar el vacío,

completar el recorrido

del laberinto

en los ojos de la luz

que ya no refleja

la tristeza

ni el cansancio

ni la fatiga del nuevo

amanecer

solo el eco de las sombras

y las rocas de la palabra

en los pasillos desiertos;

solo el paso

de las sombras,

solo el vacío:

¡Miguel!

 

           Mariano Ibeas 10/04/2021

 

HABLO CON LOS MUERTOS...III

HABLO CON LOS MUERTOS...III

3.- Los que ya  no están

 

 Los que ya no están

ni existen,

ni existieron quizás

__ mis hermanos, por ejemplo__,

que no nacieron siquiera

fruto del amor primero

de mis padres

que no visitaron la vida

que no vivieron la luz,

que pasaron de los sombras

del útero materno

a las sombras de la muerte.

¿Qué fue de ellos?

No se rescataron

ni sus nombres

ni sus huellas…

fueron no nombrados, olvidados ya

antes de que se solidificaran

los recuerdos

ni siquiera una tumba,

nada, desechos de hospital

carne frustrada

fruto muerto

y nada más,

solo por no ser

                    y no existir

solo por eso.

 

Mariano Ibeas                  11/06/2020

 

HABLO CON LOS MUERTOS... II

HABLO CON LOS MUERTOS... II

2.-  Y como triste remedo

 

Y como triste remedo de Orfeo

voy a rescatarlos

del olvido

del más allá del tiempo ido

y no sé si querrán despertar

volver

de nuevo a lo vivido

a una existencia

tal vez vulgar,

aburrida o  miserable

que no querrán recuperar

y por ello, mis muertos

no quieren quizá

venir a visitarme

ni tomar carne mortal

y no frecuentan mis noches

y mis sueños.

Soy yo que les provoco

__ ellos estaban en paz__

que les convoco a respirar         

el aliento de la vida

__ si no hay vida__

el soplo de existir

__ si ya no existen__

Si ya no soy yo

ni son ellos tampoco.

Para qué vivir

si la vida no es vivida,

compartida, para qué existir

si ya no existe, débil,

ni el más mínimo recuerdo…

Quizás vivir era eso: recordar,

y el más leve recuerdo

les permite vivir

todavía un momento,

todavía un espacio,

todavía un tiempo.

 

          Mariano Ibeas                  10/06/2020

HABLO CON LOS MUERTOS...

HABLO CON LOS MUERTOS...

1.-  Hablo con los muertos I

          Hablo con los muertos

          mis muertos

          los que ya no tienen voz

          ni voz ni voto

          ni voz ni aliento

          pero ahí están

          presentes

          en mis sueños

          __ “presentes sucesiones de difuntos”,

          que diría Don Francisco

          de Quevedo__

          presentes en mis noches,

          en mi encierro:

          son ecos

          sombras

          vacío en el vacío

          silencios

          silencio en los silencios

          y gritos

          sin voz

          perdidos en el tiempo

          sin voz

          sin tiempo

          Mariano Ibeas                             09/06/2020

ESPADAÑA

ESPADAÑA

VIII

                    ESPADAÑA

 

Junto al río aneas y espadañas

Y un ventear triste

De jilgueros y zorzales

Y el sonido de la alta tarabilla

Con ritmo cansino y constante

Trapiche que muele

Y muele el canto cereal

De los tiempos del hambre

De las encías rotas y sangrantes

Del agua hosca y agitada

Sobre el rodete de los sueños

Sangre y harina

Sudor y sacrificio

De la piedra y del agua

Camposanto

Huerto del francés

Molino indiano

Del sudor y del duelo y del quebranto

No has de olvidar el surco de tus sueños

Ni el amor regado en el sembrío

Es tu vida que ya no es

Eres tú

Que te moriste

Y no volverás

De nuevo al nido.

 

Mariano Ibeas   08/04/2020

MAJUELO

MAJUELO

 

                    VII

                    MAJUELO

 

La tierra que te espera está ya presta:

Cigarral, majuelo, lote

Tu suerte echada

Hundida la semilla en el surco

Sólo queda esperar la primavera

Puede ser propicia

O sucumbir bajo la mordedura

de la escarcha o de los hielos

débil puede surgir

un atisbo de esperanza

a la luz del secarral

de las calizas implacables

de la piedra que vino de lo alto

de las langostas

y no podrás esperar el corte

traicionero de las hoces,

y oirás decir

con resignación:

la suerte está echada

De nada valdrán los llantos y oraciones,

Las ofrendas,

Los dioses están sordos

Y no entienden tus plegarias

Son de barro, madera,

Materia como tú

Y nada pueden hacer contra el polvo

el silencio de la nada.

 

Mariano Ibeas

 

                              (05/04/2020)

ALACENA

ALACENA

VI

                    ALACENA

 

Arca, cofre, alacena

Lote, suerte, lugar de donde crece el azar

Golpe de dados, cubilete,

Todo al negro donde se juega

Nunca la vida y la muerte estuvieron tan cerca

Pasa y pesa

Pasa la laguna y el dios que pesa en la balanza

Tu corazón, no encontrará

Ni un ardite  para equilibrar la balanza

Es tu medida:

Abre la boca y muestra la moneda:

Nada, ni el más mínimo crédito para el más allá

Negro impar y pasa…

Consulta los hados, la suerte, la ruleta que gira:

Todo al negro

Y a la triste oscuridad

Donde  se alimenta el silencio.

 

Mariano Ibeas

CENOTAFIO

CENOTAFIO

V

                    CENOTAFIO

 

Cenotafio              

Vacía, tumba vacía

Monumento funerario de la nada

Hueco donde rompe seco el vacío

De los huesos,

La médula, el tuétano, 

el fangal de los silencios

la rabia sorda,

el crepitar, el murmurio débil

y el temblor de la piel,

los gusanos del deseo

el golpe sobre el cuero tenso y sonoro

ronca la voz,

rota la garganta

tensas las cuerdas

mudo el grito

asaltas sin descanso

la ruda escalada que te lleva

al templo de los dioses

y caes sin remedio

remedo de Sísifo

y su piedra.

 

Mariano Ibeas

SEMILLA

SEMILLA

          IV

                    SEMILLA

 

Vuelta a la semilla

Al útero materno

Debes volver;

Es tu guarida y tu refugio

Tu cueva original, tu santuario

Allí puedes acogerte seguro y a sagrado

Nada te turbará,

ni el día se hará más largo

ni alimentará las sombras de la noche,

al planear de los murciélagos

Antes de que existiese el ser

Y el tiempo

Antes de que tu leve paso

Contase sobre las arrugas de la tierra

Ya tenías trazado el surco y el sendero

Vuelve a ti

Y a tu momento ido

A la eterna geografía del instante

A la nube y el agua de tormenta

A la lluvia y a la piedra,

Al llanto del rastrojo

Al fruto de la espiga

Cella y encella resuelto el misterio

Del templo

Sanctasantórum

Ara y altar, alzado del suelo, alterado

Alto lizo

túmulo

Betilo

Piedra sacrificial

cuna y sepultura en un punto

unidos...!

 

Mariano Ibeas