DISCAPACIDAD...

No se eliminan por ello las ganas de vivir, los sentimientos, el amor o la ternura...
¿Hasta qué punto tenemos derecho a decidir sobre la felicidad de los demás, si no somos capaces de asegurar la nuestra?
¿En nombre de qué dios, qué religión, qué ideas políticas, que moral, qué cultura, qué valores o contravalores, podemos imponer a los demás lo que nosotros entendemos como bueno, bello, justo o verdadero?
Muchas preguntas, quizás, pero sólo las respuestas que se orientan a la vida muestran el camino... y para empezar bastan unos momentos de reflexión.
Y no sólo en Navidad.
Nota: la foto está tomada de:
http://www.jamesnachtwey.com
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Autor: pepe montero
Es jodido, muy jodido, eso de reflexionar.
Un abrazo.
Fecha: 03/12/2009 22:57.
Autor: Mariano Ibeas
Un abrazo.
Mariano Ibeas
Fecha: 04/12/2009 10:59.