COSAS QUE VEO POR AHÍ...
Comics en Caixa Forum
Tras las huellas de Tintín...
Tras las huellas de Tintín: Inauguración de la exposición de comics en Caixa Forum.
Para volver a sentirnos niños...
OTOÑO EN LA CALLE...
TRASVERSORES
COSAS QUE VEO POR AHÍ...
ENCADENADOS
y gracias por las veces que te birlo algún comentario.
RECITAL DE POESÍA DEL VAN GOGH
El ojo es la mirada...
De Pilar Aguarón...
"No veo ante mí, al hombre que pasó,
ni tras de mí
al no llegado"
CHEN-TSE-NANG
¿De qué te sirve?
¿De qué sirve la experiencia?
De qué sirve la experiencia
de nacer,
si no vas a nacer de nuevo?
De qué sirve la experiencia
de morir,
si no vas a morir de nuevo.
¿De qué sirve, di...?
Mariano Ibeas, 19 / 09/ 2015
EL OLENTZERO
En el País Vasco la tradición quiere que los regalos de Navidad los traiga el Olentzero, un personaje que a veces se trastoca con el “carbonero” o “el hombre del saco” que asusta a los niños o les regala carbón cuando no son buenos. Como casi es tradición, traigo de nuevo este cuento aquí para desearos una feliz Navidad... y recordaros que este blog cumple ya NUEVE AÑOS.
EL OLENTZERO
Se despertó despacio, se incorporó a duras penas, se sacudió de un manotazo la nieve que le cubría la cara y le nublaba la vista y sintió un fuerte dolor de cabeza, una extraña sensación y el acre sabor de la madera; se rascó con parsimonia el colodrillo por debajo del gorro rojo de lana, miró alrededor e insistió de nuevo como frente a un espejo, explorando todo su corpachón con manos torpes..., se quitó las manoplas, y comprendió que algo no encajaba ni en el paisaje alrededor, ni en su cabeza: tenía un chichón considerable y restos de sangre reseca en la frente; estaba sentado en el suelo, bajo un abeto, sobre la nieve, sucia de restos de carbón; uno de los renos le miraba fijamente con cara estúpida sin dejar de rumiar.
Le pareció un poco ridículo el disfraz rojo que llevaba, con los puños, el cuello y la orla de armiño bastante deslucidos por el uso; aunque sólo fuese una vez al año, pero no había manera de convencer a la jerarquía de que cambiasen el color del uniforme; había que morir al palo.
Había sido un día muy ajetreado, y luego se prolongó en una larga velada en el albergue, el calor de la chimenea, con la conversación distendida
y feliz de los parroquianos y el licor de bayas rojas, _ demasiado licor de bayas rojas_ y ya sólo le quedaban unos pocos regalos de Navidad por repartir...
¡Regalos!; se puso de pie con rapidez, todavía inseguro recuperó las riendas, el trineo volaba sobre la nieve... pero algo no encajaba en su cabeza; consiguió reunir las piezas del puzle: demasiadas manchas de carbón, algunos paquetes de regalo abiertos... unas huellas de pies humanos que se alejaban en la nieve, más restos de carbón de encina, polvo de cisco para el brasero...
Suspiró profundamente y se resignó sin encontrar respuesta.
¡Había que cumplir un año más!
... Y por fin, esa noche, también los hijos del carbonero tuvieron verdaderos regalos de Navidad.
Mariano Ibeas
¡ FELIZ NAVIDAD !
HOY AL ATARDECER...
HOY AL ATARDECER...
Hoy, al atardecer,
he visto la danza volátil
de los estorninos,
una locura global, sin liderazgo,
como las gotas del mar
que rompen violentas
contra las rompientes,
como las arenas del desierto
amontonando dunas,
como los átomos de fuego
en el incendio del cielo...
Mariano Ibeas
LA VIDA... MULTICOLOR
Aimez-vous Brahms?
Dedicado a "Beatus", que me sigue.
Mecido de nuevo
en el vapor del sueño
me llega desde lejos la eterna melodía:
__ ¿Aimez-vous Brahms?__ me preguntabas.
Y desde entonces la escucho muchas veces
y me traen cerca
tus huellas en la nada,
el grito del silencio,
el resplandor de la nieve
el temblor de la escarcha en las ortigas,
la luz que desaparece,
que borra los caminos,
que desdibuja el esplendor del chopo
en el otoño;
adivino apenas
el serpear del arroyo y su concierto de pájaros…
y no logro verte:
no acierto a dibujar el contorno de tu rostro,
mis dedos no responden,
las yemas de mis dedos
que escriben torpemente
lo emborronan todo:
del calor y el color de tus mejillas
una mancha difusa nada más me queda
y tú no estás en ella;
sólo la música que me envuelve
como la niebla en las mañanas
te devuelve viva
y borra de un plumazo el tiempo ido:
me ayuda a respirar,
alimenta mis sueños
riega mi soledad
y se pega a mí como una sombra,
la sombra de una duda:
__ Aimez-vous Brahms?
Mariano Ibeas
LA VIDA... QUE FLUYE
Dans un mois, dans un an *
(* Título de Françoise Sagan)
Viajo con mi carne
pegada a los huesos:
no se desprenderá de mí
hasta que no se me coma la tierra.
A veces pienso
en independizarme :
yo por un lado ,
ella por otro…
Nos cruzaremos
y no seremos ni siquiera conocidos,
una simple coincidencia…
y sin embargo,
viajamos juntos
desde el comienzo
arrastrando como un fardo
la maleta.
Mariano Ibeas
LA VIDA... EN BLANCO
Un château en Suède
He puesto a secar en los arbustos
el arsenal de sombras;
dibujo los castillos en el aire
por si el tiempo termina de cerrar al fin
la ruina inminente de mi cuerpo;
no cicatrizan bajo la hiedra oscura
las heridas de las últimas batallas,
ni el asalto feroz a mis adarves;
se declaró en ruina inminente
la torre principal del homenaje,
ya no velan al calor de las hogueras
los vigías del cuerpo de guardia
ni están atentos tras las saeteras
los últimos fieles seguidores…
duermen casi todos,
han perdido la finura de su oído,
la agudeza de su ojo avizor,
el tacto y el brillo de la espada,
la tensión del arco;
me queda solo en la trise soledad
de las estancias,
el eco de mis pasos y el arrastrar cansino
de mi capa en los corredores solitarios;
el señal cuelga triste en las últimas almenas,
por todas partes penetran
el frío y la intemperie
y apenas si un tímido rayo de sol
acude a calentar mis huesos
sólo la niebla, la soledad, el viento helado
visita mis desvelos de monarca destronado,
duermevela de aquél que soñaba
con los castillos en Suecia
desde la amplia estepa castellana.
Mariano Ibeas
LA VIDA... EN COLOR
Un certain sourire
Me invitas desde las comisuras de tus labios
como asomada a la puerta
y yo me dispongo a ingresar desde el umbral
sin miedo en la mirada…
pero en la puerta de la gruta
amenazantes
tus dientes se entreabren
y espero una sentencia
__ pasa o espera__
y yo respondo encendido
en llamarada:
la puerta abierta me invita a penetrar
en el vacío de tu cuerpo
en la caverna santuario,
llenar tu copa, cortar tu pan…
acogido a sagrado
yo entro en tus abismos:
tu boca, tu voz, tu cielo
el cielo de tu boca
tu boca que convoca
a la magia del encuentro:
campo de Marte, palenque,
tálamo núbil, santuario, cella…
encella y encelada,
¿me dejarás pasar
o cerrarás tus postigos de repente,
o caerá como rastrillo en la poterna
y una vez sellada a cal y canto
deberé tomar al asalto
tu ruda fortaleza?
Enséñame a leer la luz de tu sonrisa.
Mariano Ibeas
UN VIAJE EN TRANVÍA
UN VIAJE EN TRANVÍA
En principio el viaje no debía ser más que eso, un viaje más de casa al centro de la ciudad.
Y sin embargo.
El convoy dio un pequeño latigazo y se paró. Estos sistemas de transporte tan nuevos, tan automáticos, tan sofisticados parecen tener vida propia y tomar sus decisiones de modo independiente, por encima de la voluntad del conductor… y de los viajeros.
El conductor no daba crédito, estaba nervioso; las pantallas y las lucecitas del tablero de a bordo estaban apagadas. Sólo funcionaban los sistemas de visualización de las aceras, y el micrófono de interconexión __ supongo__ con la unidad central.
Yo estaba sentado en la primera fila en sentido de la marcha y el convoy iba casi de vacío; un buen lugar para curiosear lo que se cocía en la cabina del conductor. A mi lado viaja una señora de unos cincuenta años. En el convoy cincuenta o sesenta personas.
El resultado del parón: un traspiés para unos cuantos viajeros que viajan de pie y una joven que se queja de un dolor en la muñeca… Hay comentarios para todos los gustos:
__ “Debe dar parte”
__ “Tiene que pedir un parte”
__ “¿Parte de qué, a quién?”
__ “Parte del incidente al conductor.”
__ “No, que se lo harán en urgencias”.
__ “No, que se lo hará el conductor”
__ “No, pero si ya casi no me duele”
__ “Sí , pero por si acaso, usted vaya a urgencias, que luego nunca se sabe”.
Oigo que la joven habla por teléfono:
__ “Sí, acabo de llegar a Zaragoza… sí, todo bien, sí, enseguida, sí, ahora mismo llego…”
El conductor habla de nuevo por el interfono y pone en marcha el convoy; en la parada siguiente, se acerca la joven a la cabina, explica someramente lo ocurrido y el conductor le pide sus datos, “para confeccionar el parte”. Aparece un inspector, nueva explicación y le ofrece a la joven un papelito con los teléfonos de contacto “por si acaso”, se deshace en amabilidades y el convoy continúa su recorrido…
***
Contemplo El Ebro, crecido en una avenida que dura ya casi dos meses, a ambos lados del puente de Santiago como desde un escaparate; el agua baja color barro a buena velocidad, las últimas lluvias le han dado fuerzas y ocupa el espacio con una subida de cuatro a cinco metros; los bomberos montan guardia a la altura de Helios y los patos exploran las orillas.
Mientras tanto, la señora que se sienta a mi lado llama por teléfono móvil, es un modelo desgastado y antiguo. Le responde una voz infantil. Hoy es martes después de Pascua y también los días siguientes de la semana, los escolares en esta comunidad no tienen clase…
__ ¿Quién?
__ …. , ….,
__ ¿ El tío Alberto?, no puede ser…
La señora está cada vez más nerviosa, a punto de estallar en llanto.
__“ Tú, tranquilo, ahora llego a casa, tú tranquilo… ya llamo yo, ahora llego”...
La señora no acierta a marcar un número el teléfono, el teléfono no funciona, lo estruja, desmonta la tapa trasera, presiona la pila, la tarjeta y al final… lo consigue, marca un número de contacto:
__ “Mi hermano, Alfredo, ha muerto”.
La señora suspira profundamente, se esconde tras sus gafas, arruga un pañuelo, se mueve, nerviosa, rebusca en el fondo del bolso, un monedero, las llaves… aprieta nerviosa un manojo de llaves…
__ ”Señora, ¿le ocurre algo?,¿ puedo ayudarla?”__ esto es lo que pienso, pero no lo digo.
No sé qué podría decir,qué podría hacer en realidad,para ayudarla. “No se deben escuchar las conversaciones de los demás,__ pero la vida se exhibe a través de los teléfonos móviles__, no se debe intervenir, inmiscuirse en la vida de los otros”. Ciegos y sordos a lo que ocurre alrededor, somos sólo viajeros, usuarios, clientes, coincidentes, coexistentes, medio millón de personas que pasan unas al lado de otras… indiferentes, cada día.
Prefiero no pensar. Entiendo que es difícil ayudar, en ese momento y en esas circunstancias…; solamente puedo esperar y desear que el convoy siga su camino, que no haya más incidentes, que vaya más deprisa, que la señora llegue a su destino, cuanto antes…
Yo me bajo en la próxima. Un timbre me alerta. La voz del sistema anuncia mi parada.
La señora que durante el trayecto fue mi compañera de asiento en un viaje del tranvía, sigue sentada, a punto de estallar en llanto seguramente, pero no lo hará hasta la próxima parada, cuando llegue a su destino, cuando se baje… Yo no lo veré.
Yo me bajo, ésta es mi parada, la vida sigue…
Mariano Ibeas 2/03/2013
SIN TÍTULO...
MI AMIGO "EL LISTO"
El Listo, cómics ambiciosos:
http://listocomics.com
“Un buen escritor no es experto en nada excepto en él mismo. Y, en lo
referente a ese tema, si es listo, se morderá la lengua.” (John Le
Carré)
SE ANUNCIA LA PRIMAVERA... IV
Si la Candelària plora, de l'hivern ja estem fora; si la Candelària riu, torna-te'n al niu; tant si riu com si plora, de l'hivern ja estem fora.