RICHARD BLANCO... DEL QUE OÍMOS HABLAR
								
				
				
Texto del poema leído por Richard Blanco en la investidura de Obama
"Un hoy"
 Un sol brilló sobre nosotros hoy, se encendió sobre nuestras costas, revelándose sobre las montañas, saludando las caras de los Grandes Lagos, difundiendo una simple verdad a lo largo de las Grandes Llanuras, y después corriendo a lo largo de los Rockies.
 Una luz, despertando los techos, bajo cada uno, una historia contada por nuestros gestos silenciosos moviéndose detrás de las ventanas.
 Mi cara, tu cara, millones de caras en los espejos de la mañana,
 cada uno bostezando a la vida, haciendo crescendo en nuestro día-
 autobuses escolares amarillo-lápiz, el ritmo de los semáforos,
 puestos de frutas, manzanas, limones y naranjas surtidas como arcoíris pidiendo nuestros elogios. Camiones plateados pesados con petróleo o papel, ladrillos o leche, pululando por carreteras a nuestro lado, en nuestro camino a limpiar mesas, revisar libros de contabilidad, o salvar vidas, enseñar geometría, o cobrar la comida como lo hizo mi madre durante veinte años, para que yo pudiera escribir este poema.
Todos nosotros tan vitales como la única luz a través de la cual nos movemos,
 la misma luz en los pizarrones con lecciones para el día, ecuaciones por resolver, historia por cuestionar, o átomos imaginados, el "Tengo un sueño" que seguimos soñando, o el imposible vocabulario de tristeza que no explicará los pupitres vacíos de veinte niños marcados ausentes hoy, y para siempre. Muchas oraciones pero una luz respirando color en los vitrales, vida en las caras de las estatuas de bronce, calor en los escalones de nuestros museos y los bancos en los parques
 mientras las madres ven a los niños resbalarse hacia el día.
Un suelo. Nuestro suelo, arraigándonos a cada tallo de maíz, cada cabeza de trigo sembrada por el sudor de las manos, manos recogiendo carbón o fijando molinos en las desiertos y en las cimas de las colinas que nos mantienen cálidos, manos cavando zanjas, encauzando conductos y cables, manos gastadas como las mi padre cortando caña de azúcar para que mi hermano y yo pudiéramos tener libros y zapatos.
El polvo de granjas y desiertos, ciudades y llanuras
 mezcladas por un viento --nuestro aliento. Respira. Escúchalo
 a través del bello estrépito del día de los taxis tocando el claxon,
 autobuses lanzándose por avenidas, la sinfonía
 de pasos, guitarras y chillidos de trenes subterráneos,
 el inesperado canto del pájaro en tu tendedero.
Escucha- chirriantes columpios en los parques, trenes silbandoo susurros cruzados en las mesas de los cafés, Escucha- las puertas que abrimos el uno para el otro todo el día, diciendo: “ hello, shalom,
 buon giorno, howdy, namaste o buenos días”
 en el idioma que mi madre me enseñó---en cada idioma
 hablado al viento llevando nuestras vidas
 sin prejuicio, mientras estas palabras libran mis labios.
Un cielo- desde que los Apalaches y las Sierras reclamaron
 su majestad, y el Mississippi y Colorado forjaron
 su camino hacia el mar. Da gracias al trabajo de nuestras manos-
 tejiendo el acero en los puentes, terminando a tiempo un informe más
 para el jefe, cosiendo otra herida o uniforme, la primera pincelada en un retrato,
 o el último piso del Freedom Tower proyectándose en el cielo que cede ante nuestra resistencia.
 Un cielo, hacia el que a veces levantamos la mirada
 cansada de trabajar- algunos días adivinando el clima
 de nuestras vidas, otros dando gracias por un amor
 que también te ama, algunas veces alabando a una madre
 que supo dar, o perdonar a un padre
 que no supo darte lo que querías.
 Vamos camino a casa- a través del brillo de la lluvia o el peso de la nieve, o el rubor color ciruela del anochecer, pero siempre--a casa,
 siempre bajo un mismo cielo, nuestro cielo. Y siempre una luna
 como tambor silencioso golpeando en cada techo
 y en cada ventana, de un país --todos nosotros--
 viendo las estrellas
 esperanza-una nueva constelación
 esperando que la cartografiemos
 esperando que la nombremos--juntos.
Texto del poema leído por Richard Blanco en la investidura de Obama
Washington (EFE) -El poeta cubano- estadounidense nacido en España Richard Blanco hizo historia hoy al convertirse en el primer latino, la primera persona abiertamente homosexual y el poeta más joven en participar en una investidura presidencial en EE.UU.
 Blanco, de 44 años, recitó en inglés el poema titulado "Un hoy", escrito especialmente para la ocasión y en el que habla de unidad y esperanza.
 Éste es el texto oficial del poema en español divulgado por el Comité organizador de la Investidura Presidencial-
http://www.eldiariony.com/Obama-Poeta-Richard-Blanco-celebra-legado-inmigrantes#.UP5dPfJWJgg
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