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DESDELDESVAN

ÁLAMO HERIDO

ÁLAMO HERIDO

Los que se acercan por aquí, de vez en cuando, pueden seguir con cierta pena la situción de "mi árbol";  tras el invierno y las últimas tarascadas del cierzo, el álamo ha perdido más de la mitad de su porte, unas gruesas ramas como árboles, desgajadas del tronco a buena altura, yacen por el suelo, pero el árbol sigue vivo.

Aún no despuntan los amentos, pero los botones de sus ramas están gruesos y esponjosos y es de esperar que con las últimas lluvias,  y el fin de los hielos se anuncien pujantes las primeras hojas tiernas.

Entonces no parecerá tan desnudo y solitario.

Hoy somos pocos los vistantes de la orilla del río; sólo las garzas, los patos y el aletear de cormorames siguen anunciando de verdad la vida.

Mi árbol sigue, sin embargo, desnudo y solitario a la orilla del río, como apuesta de futuro. Aún no es primavera.

3 comentarios

Mariano -

Gracias, Luchy, gracias por tu comentario; acudiré de vez en cuando a tu blog... porque "aún sigo aprendiendo" ... que decía Goya a sus casi 80 años.
Mariano Ibeas

Luchy -

Hola Mariano, que bien!! tu árbol se ha desprendido de lo que no le servía, para hacer sitio a la nueva floración. Aunque las transiciones a veces son un poco traumáticas, lo sé. ¡¡Bienvenidos los cambios!!Un saludo.

Aanbel -

Por eso será que me gustan tanto los árboles, porque no cejan en su empeño de permanecer, de luchar aunque parezca que no se muevan o que no muten, pero todo es fachada: dentro de ellos está la Sabiduría y la Historia de la madre Naturaleza.

Espero que esta primavera puedas mandarnos fotos de tu árbol en un estado mucho más alegre.

Besos,

Anabel, la Cuentista