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DESDELDESVAN

CANDADOS...

CANDADOS...

El estado de la cuestión I :

Hace tiempo que escribí un artículo sobre el tema, pensando en publicarlo en la revista "Temas" del Instituto Aragonés de Antropología, o algo así.

El tema se las trae; mi artículo iba de colgar cosas, zapatos o botas en los cables del teléfono, cintas (midas/medidas) de la Virgen del Pilar, candados.

Vuelvo a los candados, por lo visto se han convertido ya en un problema y una plaga; en el Puente Milvio de Roma se encuentran por toneladas, que hay que retirar de vez en cuando, lo mismo hacen ya en el de Triana en Sevilla, en el Pont des Arts en Paris... ayer localicé uno en el Puente de Santiago de Zaragoza.

Así está la cuestión:

Resulta que ya había detectado los citados candados a la salida de los cuarteles, en Valdespartera, Monzalbarba o la Academia Militar, por ejemplo. Los compañeros de camareta (camaradas) al finalizar el servicio militar obligatorio, se despiden, unen los dos o tres candados de los petates y los cuelgan en las vallas a la salida del cuartel. No se sabe dónde arrojan las llaves. Aún se pueden observar algunos hoy en Vía Ibérica en las vallas del Estadium Casablanca. Anteriormente eran decenas, pero las vallas desaparecieron con las obras.

Terminó le servicio militar obligatorio... alguien, un escritor de novelas para adolescentes, Federico Moccia, inventa una historia en la que dos jóvenes sellan su amor colgando dos candados en la farola del puente Milvio en Roma y arrojan las llaves al Tíber... no se necesita más. En la web del autor ( o de la avispada editorial: http://www.federicomoccia.es/  )  se pueden colgar candados virtuales, pero en Roma los comerciantes y ferreteros están haciendo su agosto con los dichos candados; dicen que el ayuntamiento los retira mensualmente y se funden y el producto se cede a la Cruz Roja italiana; esto último sin confirmar. Los ayuntamientos oscilan entre considerarlo un gesto romántico o una gamberrada.

Me consa que es una costumbre antigua o milenaria; en China se cuelgan cintas rojas en los árboles de los templos, tablillas con oraciones o deseos y también candados; es famoso un parque junto al lago de Quiandaohu, provincia de Zhejian, donde se pueden observar en abundancia; en la pequeña ciudad húngara de Pecs invaden el centro,colgados en los lugares más inverosímiles... en Italia se cuenta ya más de un centenar de puentes donde cuelgan los candados.

Atar, unir, colgar, colgar los votos, o las botas, las cintas de la virgen... unir, atar... asegurar el amor, la amistad, un mundo misterioso, ritualista y fetichista de amplio espectro, una fiebre más.

Y comienza la fiebre... o llega la fiebre también a Zaragoza, donde ya estaba la tradición o la costumbre, o el rito o el grito cuartelero de licenciatura ("¡Estoy lili, fuera las ataduras") o bien "amigos / amantes para siempre"; hoy es fácil difundir una costumbre, una manía, una "leyenda urbana" sobre todo en la red, y eso es lo que está ocurriendo... hasta aquí el estado de la cuestión.

Candados para colgar.

 

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